lunes, 14 de julio de 2008

En el quilombo...

Aprendí la palabra "quilombo" al entrar en contacto con algun argentino. Allí se usa como sinónimo de "lio", "caos'...: "Se armó un quilombo!". El quilombo en Brasil es otra cosa. Aunque epistemologicamente no sea dificil entender por qué en Argentina un quilombo se denomina quilombo. En la época en que los esclavos (africanos) estaban a la orden del día en Brasil había una parte de ellos que ofreció resistencia y se "escapó" antes que la Ley Aurea de 1888 aboliera la esclavaitud. Así se formaron pequeñas comunidades de africanos en la mata atlántica brasilera, llamadas "quilombos". Las comunidades quilombolas resistieron y sobrevivieron más allá de la abolición de la esclavitud, aunque fueron víctimas también de la "colonizáción" selectiva, manteniendo parte de su tradición y asimilando parte del mundo que les rodea.
La escuelita de la comunidad quilombola de São Domingos tenía hoy invitados especiales. Los niños fueron premiados con un día de fiesta, para ceder su espacio educativo a la justicia . En lugar de la maestra había un juez, y en lugar de algunos estudiantes había 82 quilombolas en el banquillo de los acusados, acusados de desobediencia a la autoridad. Es preciso remontarse dos años atrás, y desplazarse al lugar de los hechos, o ponerse en la piel de un quilombola por unos instantes.
La comunidad quilomboa vivía tradicionalmente rodeada de mata atlántica y campos de mandioca. De ella extraían madera para hacer carbón, leña para cocinar y madera para construir casas, herramientas o muebles. Con la llegada del monocultivo de eucalipto en los años 70, en tierras griladas de Aracruz, la mata fue desapareciendo.
Hoy en día la comunidad de São Domingos son un conjunto de casas delimitadas por la carretera BR 101 y el ejército de eucaliptos. La madera dle eucalipto no tiene la calidad de la de la mata atlántica para los usos que los quilombolas le dan. No da para mucho calor (pero sí para mucho humo), no sirve para la construcción pero sí sirve para hacer carbón. Así que después de unos años se pactó con Aracruz que los quilombolas aprovecharían los deshechos de eucalipto que la empresa no fuera a utilizar. Con el tiempo estos deshechos fueron disminuyendo en cantidad así que los quilombolas empezaron a buscar una lternativa. Finalmente, bajo un análisis global, resolvieron que Aracruz era quien había hecho esaparecer l mata de las tierras que consideraban suyas, así que tal vez ser´´ia legítimo recuperar eucliptos de la plantación (enteros) en lugar de "conformarse" con los restos. Algunos quilombolas hícieron acciones de tala, y ena de ellas fueron sorprendidos y juzgados, con una sentencia que imponía una orden de alejamiento del lugar. Continuaron con las mismas acciones más al sur, y 82 de ellos fueron detenidos y con un proceso judicial abirto. Se les acusaba de desobediencia a la autoridad por incumpimiento de la sentencia anterior. De esta fora, la acusación la hacía el ministerio público y no la empresa.
La comunidad de São Domingos vive en el olvio político, y con algunas cuestiones candentes como la falta de agua crorriente o de recogida de la basura. La fuente económica se basa en el carbón y la artesanía, y el cultivo de subsistencia prácticamente desapareció bajo la sombra del eucalpto. Hasta hace unos cinco años todavía se usaba la "farinhera" para moler la mandioca. No era sólo una cuestión práctica, sinó también una forma d mantener la trdición y l encunetro, eje social de la comunidad. La elevada cotización del carbóon y la falta de terreno para el cultivo de mandioca, junto con la falta de madera nativa para la reparación de la antigua farinhera hicieron que ésta cayera entre el olvido y la nostalgia. Ahora el beijou (masa tipo crep pero hecha de mandioca y agua) se hace con harina de mandioca dcomrada a otras comunidades. Las casas tradicionales están también en peligro de extinción. Hasta ahora se construían con adobe y madera nativa. Actualmente no se encunetra ,adera para construir y las termitas que huyen del monocultivo acosan las casas quilombolas. (continuará)

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