lunes, 18 de agosto de 2008
Capilla del Monte
miércoles, 13 de agosto de 2008
San Marcos Sierras
Y me siento feliz, poque miro a mi alrededor y veo cosas lindas. Lindos paisajes, linda gente. Lindo cómo me siento. Buenos Aires se hizo cálido de repente al aterrizar en Boedo.
Sentirse en casa...
En Plaza de Mayo me reencontré con Jesús y su hermano Fermín. Otro militante de la vida, cómico y dulce. Ambos hermanos son un espectáculo andante, olvídense del teatro o las películas. Visitamos a Regazzoni, un escultor de chatarra, un artista de la soldadura e imaginación liberada que combina aviones y renes descuartizados para dar vida de acero a un sinnumero de animales, insectos u objetos.
Estar con este par de dos y sentirese en casa fue instantaneo. Despues de darle algunas vueltas decidi que si sentirse en casa depende mas de la gente que del lugar, que me iba con ellos...
Pasamos una semana en el torbellino cultural y social de la capital, y en el caos de su transporte (salvado por la guia T, que desentrama la maraña de colectivos para llegar a algun lugar). A veces sí hay donde llegar, como un espectáculo que te deja boquiabierta (Zaranda -Los últimos, los que ríen; Títeres)un cine, un tanguero en un bar con historia, un dentista en la boca, unas madres en Plaza de Mayo, un asado en la terraza, o una bolsonera artesanal en San TElmo.
Entre las cuadras de miles, los miles de cuadras, y los colectivos a cienes y los cienes de colectivos quedan pequeñas islas para el discurrir de lo humano. Lo bueno, lo feo, lo complejo. Encuentros y desencuentros se mezclan en el privilegio de verlo todo desde fuera. Todo cabe.
Cabo Polonio y sus 12 segundos
Cabo Polonio es un área protegida y sólo se puede llegar andando o en unos camiones que recorren las dunas. NO hay coches,. Llegar andanto fue una maravilla, el bosque de pino dejaba paso a las dunas de arena blanca, hasta qeu se empezaba a divisar el faro primero y el pueblo después. Debería haber otra palabra para Cabo Polonio, oprque no es un pueblo parecido al tipo de pueblo al ueq nos remite la palabra. Cabo Polonio es un cabo, rodeado de mar y playas. Tiene el cfaro y algunas casitas que lo abrazan. Ranchos, como les llaman acá. Pocas casas, esparcidas por el prado que recubre el cabo. Sin calles, sin aceras. Como si fueran flores silvestres. Ni un alma. A primera vista ni rastro de pousadas, ni siquiera un bar, una proveeduría o un lugar donde conseguir agua para hervir la pasta. Me senté a descansar, a observar, a esperar. A engañar el hambre con algnos crakers que tenia encima. Y ahi apareció Adriana, que me invitó a acampasr junto a su casita d ela acacia, con sus tres hijos. De camino nos sorprendieron las ballenas. Allí estaban, bailando su erótica danza, a menos de cincuenta metros de nosotas. Casi podíamos tocarlas. Nos mostraban caprichosamente la aleta, la cola o un suspiro. Divino espectáculo para despedir el día ue se iba con las ñúltimas luces...
Compartí un par de noches con la familia. Lentos los tempos, humildes los´hábitos. La casa se cobijabva bvajo una acacia de las dunas, con algunas maderas añadidas. Todo sencillo, nada de más. Lo imprescindible para una vida apacible. Sin luz, agual del arroyo, un fueguito por cocina y el espacio para dormir.
Por la noche pude también comprobar que no es la luz, uqe lo que importa en verdad son los doce segundos de oscuridad del faro de cabo polonio.
lunes, 4 de agosto de 2008
A Uruguay por Chuy
Empezar a "volver"
Sin-Piernas sentìa que la angustia lo tomaba, y que era impsible dormir. SI durmiera volverìan las pesadillas de la càrcel. Querìa que apareciese alguen a quien pudiera torutrar con palabras. Querìa una pelea. Penso en ir a prender un fosforo en la pierna de alguno que durmiera, pero cuando vio la puerta del almacen sintio simplemente pena y unas ganas locas de huir. Y saliò corriendo por el arenal, corriendo sin rumbo, huyendo de su angustia.
lunes, 28 de julio de 2008
Chapada Diamantina... diamante (en bruto?)
Remontar el río Lençóis por sus poços (gorgs) y sus cañones de cascadas y cuevas de arenas multicolor fue como despertar de la letargia de hastío cosechada en Salvador. Para los musulmanes, la meca es lo que la cachoeira da fumaça es para los gringos qeu llegamos a Lençóis. El laberinto para evitar un guía oficial es difícil de describir. Viven infundiendo el miedo y vendiendo la seguridad (siguiendo la más clásica estrategia neoliberal). Pero si uno no planifica, las cosas surgen. Así conocimos a Carlos, con quien fuimos al Vale de Capão, previo paso por Aguas Claras. CAmpamento completo con inventos de McGiver para suplantar el olvido de los palos de la tienda, y un fueguito para dar calor a la velada que compartíamos con otra parejita de uruguayos que encontramos allí. Las palabras de Carlos brillaban como unas estrellas más en la noche. Nos dobla la edad y es uruguayo desde el exilio. Militante precoz, con 13 años ya leía y entendía "El capital". Después que su participación en el partido comunista le llevaran a la prisión, la rabia por la tortura recibida le llevó a los tupamaros (grupo de guerrilla urbana). La muerte de su compañera en un tiroteo con la polic~ia fue la gota necesaria para colmar el baso y pasar de la lucha armada a la búsqueda espiritual -pasando por el candommblé, el chamanismo amazónico, la magia de la naturaleza y la química de los para~isos artificiales. En su vida estudió mucho (porque decir todo es demasiado) y trabajó más (actor, enfermero, ladrón de coches, oficinista, artesano...). Enviudó tres veces. Quizás por todo eso sus ojos tristes sonríen apacibles, mientras su mirada desvela haber conocido lo amargo. FUe un gusto conocerlo.
Salvador? Sálvese quién pueda!
En medio de todo este barulho intento encontrar mi lugar pero siento que no es éste. El cansancio de tantos meses de mochila a la espalda se hace notar...
sábado, 26 de julio de 2008
pegando carona
Caraiva
A Caraiva llegamos a la mañana siguiente. Hasta hace dos años el lugar no conocía la luz eléctrica. Teóricamente, por convicción (contra el "progreso"). La práctica encerraba motivos menos idílicos y más monetarios. Finalmente, el programa de Lula "Luz para todos" trajo el "desarrollo" hasta este tranquilo y heromoso lugar. En verano debe estar plagado de guiris. En temporada baja sólo encontramos algun despistado que como nosotars paseaba por la desembocadura del río o la playa azotada por el viento y las pousadas desérticas. Entre los pocos habitantes del bueplo, con las calles de arena blanca sin asfaltar, no faltaban los pescadores ydueños de campings, pousadas y bares... ni los "pesaos". Valseamos hasta Nueva Caraiva, donde el ambiente era todo menos tur~istico. Mucho más encantador, al ritmo del forró y los niños jugando a futbol en la plaza recubierta de banderines de colores.
En el bus hacia Arraial el azar nos hizo descubrir a Yedo y Sandra, que venían de conocer una comun idad indígena. Pasamos la noche juntos y decidimos ir por caminos diferentes a Salvador.
Levantamos otra vez el dedo, viviendo cada kilómetro y disfrutando del cambio de paisaje, qeu nos mostraba el avance de la mata atlántica y sus majestuosos ejemplares a medida qeu nos adentrábamos al estado de Bahía. Demoramos, mas chegamos.
lunes, 14 de julio de 2008
En el quilombo...
La escuelita de la comunidad quilombola de São Domingos tenía hoy invitados especiales. Los niños fueron premiados con un día de fiesta, para ceder su espacio educativo a la justicia . En lugar de la maestra había un juez, y en lugar de algunos estudiantes había 82 quilombolas en el banquillo de los acusados, acusados de desobediencia a la autoridad. Es preciso remontarse dos años atrás, y desplazarse al lugar de los hechos, o ponerse en la piel de un quilombola por unos instantes.
La comunidad quilomboa vivía tradicionalmente rodeada de mata atlántica y campos de mandioca. De ella extraían madera para hacer carbón, leña para cocinar y madera para construir casas, herramientas o muebles. Con la llegada del monocultivo de eucalipto en los años 70, en tierras griladas de Aracruz, la mata fue desapareciendo.
Hoy en día la comunidad de São Domingos son un conjunto de casas delimitadas por la carretera BR 101 y el ejército de eucaliptos. La madera dle eucalipto no tiene la calidad de la de la mata atlántica para los usos que los quilombolas le dan. No da para mucho calor (pero sí para mucho humo), no sirve para la construcción pero sí sirve para hacer carbón. Así que después de unos años se pactó con Aracruz que los quilombolas aprovecharían los deshechos de eucalipto que la empresa no fuera a utilizar. Con el tiempo estos deshechos fueron disminuyendo en cantidad así que los quilombolas empezaron a buscar una lternativa. Finalmente, bajo un análisis global, resolvieron que Aracruz era quien había hecho esaparecer l mata de las tierras que consideraban suyas, así que tal vez ser´´ia legítimo recuperar eucliptos de la plantación (enteros) en lugar de "conformarse" con los restos. Algunos quilombolas hícieron acciones de tala, y ena de ellas fueron sorprendidos y juzgados, con una sentencia que imponía una orden de alejamiento del lugar. Continuaron con las mismas acciones más al sur, y 82 de ellos fueron detenidos y con un proceso judicial abirto. Se les acusaba de desobediencia a la autoridad por incumpimiento de la sentencia anterior. De esta fora, la acusación la hacía el ministerio público y no la empresa.
La comunidad de São Domingos vive en el olvio político, y con algunas cuestiones candentes como la falta de agua crorriente o de recogida de la basura. La fuente económica se basa en el carbón y la artesanía, y el cultivo de subsistencia prácticamente desapareció bajo la sombra del eucalpto. Hasta hace unos cinco años todavía se usaba la "farinhera" para moler la mandioca. No era sólo una cuestión práctica, sinó también una forma d mantener la trdición y l encunetro, eje social de la comunidad. La elevada cotización del carbóon y la falta de terreno para el cultivo de mandioca, junto con la falta de madera nativa para la reparación de la antigua farinhera hicieron que ésta cayera entre el olvido y la nostalgia. Ahora el beijou (masa tipo crep pero hecha de mandioca y agua) se hace con harina de mandioca dcomrada a otras comunidades. Las casas tradicionales están también en peligro de extinción. Hasta ahora se construían con adobe y madera nativa. Actualmente no se encunetra ,adera para construir y las termitas que huyen del monocultivo acosan las casas quilombolas. (continuará)
La costa capixaba
Los días transcurrían apacibles en el MST. Nos levantábamos con el sol, al son de la campanita, a las siete de la mañana. Horario solar, al fin. Entre charlas y paseos pasaban los días. Más que la política, me impactó la matanza de la vaca que presencimos. Desnucarla y descuartizarla para asarla o congelarla. O la sorpresa de algunos al "descubrir" que Joana y yo sabíamos hacer "tarefas domésticas" como lavar ropa, barrer o cocinar. La lógica era la siguiente: si andan viajando y tienen estudios es que son latifundistas o empresarias. Nunca habrán labrado la tierra, ni barrido el suelo ni cocinado la cena...
Nos fuimos acumulando "más una despedida"
Los compañeros de FASE nos habían recomendado un lugar para dormir en Conceção da Barra, e nla costa. Sin saberlo, llegamos a un lugar con histoira. A primera vista recordaba al Hotel Ampurias antes de que fuera lo "fashion" que es ahora. Finalmente, Zé Carlos nos contó que lo que hora es el Hotel Marina fue constrido en 1786 como almacen de madera para envair a europa; por eso tenia esa privilegiada situacion donde el rio São Mateus se une al mar. El despojo de madera no es nuevo...
Una playa atlántica con sus olas que se van rompiendo a lo largo de la orilla, una moqueca deliciosa (plato de pescado), lecturas bajo el sol de lo que aquí es invierno (factor 15), y la pobreza aislada tras las cuatro calles que configuran el pueblo. Uno de los barrios, Bugia, se convierte ciclicamente, cada 15 años, en arenal, cuando el mar se abalancha sobre este territorio sin dejar títere con cabeza ni casa con techo. Actualmente es un barrio de pescaderias fantasma, con gentes humildes poblando las casas que conservaron algo de su estructura. En Santa Ana un riachulo cambia su curso al son de la marea. Cuando ésta sube, trae peces. CUando baja, nada se pesca. De esa pesca oscilante vive una pareja de ancianos, finalmente más preocupados por el aguardiente de caña uqe por el curso del agua. Paseamos con ellos por le barrio, que cuando no vivia del mar, vivía del aire.
Itaúnas est´´a algo más al norte. Poco en quilometros, mucho en bus. El lugar no conoce el asfalto pero si el turismo. Ahora es baja temporada (es invierno) asi que anda medio desierto. Y como buen desierto, poblado de dunas enormes ante el atlantico incansable. shhshhhhshhhshhh miles de arenas modeladas por el viento de mar. Chiringuitos que aparecen como setas y que sobran como un bicho en la ensalada. Por la noche, ambiente como el del mediterraneo a finales de septiembre. Solo estan los lugareños, que no prescinden de una birrita en la terraza, aunque sea martes... TAmbién aquí hay quien encontró su lugar en el mundo.
sábado, 5 de julio de 2008
Mergulhando mas... en el MST
A más de 20 años de su nacimiento, actualmente el MST es una organización con más de dos millones de personas, que viven en diferentes asentamientos por todo el país, donde tienen su vivienda y su parcela de tierra para trabajar.
Hace tres días que estamos conociendo la realidad del "movimiento" ( o la organización, debería decir), desde una escuela de capacitación que tienen en el estado de Espiritu Santo (al sur de Bahia). En un día cualquiera, en este lugar, Otino está criando plantas de mata atlãntica en el vivero -para poder reforestar los asentamientos-, Tião poda el cafetal, Joyce cataloga los libros de la biblioteca mientras atiende al teléfono o a su bebé, Diana sembra coriandro en la huerta, Eliseo vuelve de topografiar un terreno, y Alinhi usa el telecentro para hacer sus trabajos para la universidad, mientras Raquel prepara el almuerzo para todos y Roberto descuartiza una vaca. En un asentamiento vecino, Fátima habla a los niños de cuarto curso sobre la historia de Brasil, o qué ocurre con la basura desups qeu sale de su casa. En este contexto hemos tenido la oportunidad de compartir con ellos techo, comida y conversación. Nos trajo hasta acá, por decirlo de algna forma, el monocultivo de eucalipto (que ocupa la mayoría del estado). Hablamos sobre ello, pero hablamos más finalmente sobre el MST: su forma de organización y de actuación, su grado de autonomía, su relación con el gobierno y otras instituciones, sobre la educación y la salud, sobre el campo y la agroecología... Entre conversación y conversación, las sorpresas mutuas iban floreciendo. Por ejemplo, Tião se sorprendía que no hubiéramos trabajado nunca la tierra, que no conociéramos los secretos del cafetal, que no hubiéramos visto nacer un bananero o que no hubiéramos asistido a la matanza de una vaca. Procuró hacernos partícipes de todo ello.
martes, 1 de julio de 2008
Mergulhando nos desertos verdes
domingo, 29 de junio de 2008
RE-Río
El museo de Niteroi sigue imperturbable con su forma de seta y sus curvas, aguantándose por la quietud y desafiando la gravedad. Ahora alberga una exposición sobre la poética del color en cuadros de pintores coloridos. Exposiciones a parte, es mejor el continente que cualquiera de su contenidos.
En la mañana de un día soleado la injusticia se rebela, como en todas partes. Esta vez las favelas levantan la voz contra la violencia del estado con la militarización de sus moradas y la criminalización de la pobreza. Una pancarta resumía estupléndidamente:
“Los ricos quieren paz para ser ricos. Los pobres queremos paz para estar vivos”
*contexto: las fuerzas policiales y militares con presencia en las favelas han matado indiscriminadamente jóvenes en los últimos meses, en la favela o en los centros penitenciarios*
A cierta distancia del acto reivindicativo, los turistas siguen subiendo en teleférico al Pâo de Açúcar, y COpacabana e Ipanema siguen siendo testigo de escultóricos cuerpos y maravillosas puestas de sol.
Las noches despiertan la actividad cultural, cine, teatro y conciertos con todos los matices desde lo alternativo a lo convencional -que en este país está sustentada por las grandes empresas energéticas (del petróleo, la luz o la siderurgia). Puedes pagar 40 euros para ver a Adriana Calcanhotto en vivo, o un quilo de alimentos no perecederos para un cine-forum contra la violencia. Lo primero no sé cómo fue porque me parece privativo, lo segundo se desorganizó… (en todas partes cuecen habas). Así que terminamos invitadas por un actor a su espectáculo: una rocambolesca historia sobre la creación teatral, el amor, el capitalismo y la desesperación, basada en la obra de un tal Fitzgerald.
Los viernes la noche sale de fiesta por Lapa. El techo de los sin techo de día es el cobijo del baile y los vendedores ambulantes de noche. Los arcos de Lapa (un antiguo acueducto) se visten de fiesta y si hace falta reavivan a un muerto con su desenfreno.
Los viejitos juegan cartas o ajedrez en las mesas de cualquier plaza. EL largo de Machado es uno de los lugares donde el juego convive con el mercado de frutas y verduras los sábados. Todo tiene cabida en la plaza, hasta árboles tropicales, niños correteando, quioscos de flores y puestos de frutas con tamaño tropical. Se respira domingo aunque no haya llegado todavía.
Recién es el bicentenario del Jardín Botánico. El porte de los árboles (en el sentido chileno –de tamaño- y el castellano –de estilo-) así lo avalan. La diversidad, originalidad y belleza de sus verduras sobrepasan lo imaginable. Hasta la cámara se saturó y se declaró en huelga despyés de la décima foto.
El mes de Junio se celebran en Brasil las fiestas Juninas, para conmemorar todos los santos de Junio. Pensaba que San Juan y las barracas de fiesta mayor habían quedado al otro lado del charco, pero la fiesta de ayer sirvió para rescatar ese mismo espíritu. Sin hoguera, pero tampoco ya solemos hacer hogueras en San Juan… Los banderines coloridos cubriendo el espacio de baile, algunas barracas con beber y comer, multitud animada y semidisfrazada bailando forró. Eternamente forró. Baile de 4 pasos. Quien lo baila, lo baila, quin no, lo inventa o improvisa reinventando nuevos bailes con cada movimiento. De una, se arma un baile conjunto en un gran círculo, toda la multitud como un ser único…
Una pelota, animada por los toques de varios chiquillos, pasea de mano en mano. Al lado, la ceniza del cigarro de un mayor espera que un equipo marque un gol en la pantalla antes de caer al suelo. La sobremesa se quedó con la mujeres mientras el futbol acaparaba la atención de sus maridos. La barbacoa humea aun las brasa y una vieja solitaria observa desde un banco cómo la vida del barrio se vive en la calle y no en la casa. Es domingo… Esa viejita no lo sabe, pero es esa vida que arde en la calle lo que aliña su cotidianidad solitaria. La vida en Santa Tereza habita en las calles, se adueña del espacio público como si de espacio público realmente se tratara. Sin que el civismo haya llegado con sus ahnsias de prohibirlo todo y su poder para minar el alma de la vida social: el encuentro, el juego, el asado…
Se va el sol y llega la samba. El vecindario se apodera del ritmo con el cuerpoy baila al son de la música. Curiosmente los últimos invitados en llegar son algunos de los músicos, que desenfundan su arma del ritmo y se unen al compás. Hasta que el cuerpo aguante!
Rumbo a Río
El autobús estaba abarrotado de personajes a cual más curioso. Una francesa que andaba fundando escuelas francesas en la zona fronterera de Paraguay, Brasil, argentina. Un enólogo argentino preocupado por el ADN del vino porque bodegas francesas embotellan vino mendocino con DO francesa. Un joven de Ushuaia montándose en el dólar del turismo abriendo una agencia en Búzios *destino turístico de Brasil para muchos argentinos*. Una maestra rural preparando un examen para ser peluquera y locamente enamorada de su futuro segundo esposo a sus casi 60 años. Una parisina con arrogancia británica viajando con prisa… Más de 40 horas de bus dan para conocer lo suficiente como para escribir una novela!
Llegada y partida de Buenos Aires;;;
-A Río- dijo mi voz, y al oírme empecé a hacerme a la idea.
Lo sentí como el fin de un trayecto. Irse de un lugar y llegar a otro son las dos caras de un mismo viaje. Aunque hasta ahora, lo aprendido no es poco. Ante todo, viajar para conocer –en lugar de trasladarse para ver-,m cerrando la guía y abriendo la mente, preguntando más y escuchando bien, observando más allá de la belleza y leyendo lo que el paisaje esconde entre líneas. Al fin y al cabo, quizás sea el giro del viaje turístico al viaje social (o político). Viajando con Jesús el viaje era así. El viaje continúa. Viajar sin tiempo, y sin “tener que recorrer” largas distancias. Adaptarse al ritmo humano, que ve cambiar lentamente el paisaje. No se trata de andar sin criterio, sino de estar abierto a lo que surja. No me gusta creer en el destino, pero admiro la sucesión de casualidades que no cesan. Al final las cosas salen, y suelen salir bien (y bien surrealistas). Como en esta breve visita a Buenos Aires. Estando en un portal de Palermo, intentando comunicarme con Claudia sin conseguirlo, Claudia pasa por delante de mis narices *Buenos aires= 10 millones de habitantes*. Terminamos en una clase de Tango en Catedral. Claudia me recomienda un espectáculo de teatro comunitario en Catalinas Sur (La Boca). Vamos a verla con Sigrid y Jesús y de ahí a una fiesta de Claudia donde resulta que la compañera de piso de ella es conocida de Jesús. Y así suma y sigue. De las casualidades a las curiosidades, estuvimos conociendo las entrañas de Caballito de la mano de un grupo de amantes de la política y/o la militandia que se escondían trabajando detrás del volante de un taxi.
Lo bueno de aterrizar en la ciudad fue desatar al cuerpo en el baile en distintas noches, en distintas fiestas…
jueves, 19 de junio de 2008
Malargüe
El agro sigue en combate, las rutas siguen cortadas, los conflictos sin resolver, el desabastecimiento en aumento y los precios acelerándose (sobretodo el del petróleo). Dormimos en el albergue de Juan. Él es la ´n-ésima persona con que nos cruzamos que ha encontrado su lugar en el mundo. Cuando nos relataba su historia casi me saltan lágrimas de alegría. Finalmente todo me lleva a pensar que las personas qeu encuentran su lugar en el mundo lo hacen porque son capaces de atarse más a una idea que al dinero. Sonará romántico, pero así es. Quizás hay cosas que simplemente no tienen precio. Como el amor del Chino por el mar (Mehuin).
Temuko-Las Lajas
Temuko III. Juicio
Temuko II. Acción (forestal) directa
Roberto nos presentó a Andy y Jimy, dos hermanos mapuches. Salimos con ellos a "la constructora", un local en el qeu había un concierto de ska. Había ya olvidado lo que eran los pelotones de codazos y patadas al son de la guitarra, el bajo y la batería. Esa música y la cerveza pasada me transportanon a unos años atrás. Hasta tocaron una de kortatu...
Acordamos visitar su comunidad a la mañana siguiente. Los chicos aparecieron tarde y resacosos a buscarnos. Poco imaginábamos lo que nos deparaba el día. La comunidad estaba a casi una hora de camino en micro. En kilometros la distancia no es tanta, pero en tiempo de micro todo demora.
Parte del terreno que debería pertenecer a la comunidad formaba parte de una explotación forestal. Plantaban pinos para madera. Los pinos -como los eucaliptus- requieren mucha agua para crecer, secando los ríos y contaminando los cursos de agua cercanos.
En un primer momento nos contaron que trabajaban en la forestal. Qué perverso parecía todo. Una comunidad en lucha por las tierras, trabajando al servicio de quién se las arrebató.
El padre de los chicos era el lonko de la comunidad. Tuvimos la oportunidad de charlar con él. Estuvo unos años viviendo en Santiago, hasta que comprendió que su lugar era su tierra. Le llamó la raíz y volvió al lugar que le había visto crecer. La familia parceló las hectáreas que les restaban y empezaron a cultivar y cuidadr el ganado. Los chicos crecían y a pesar de que habían sido criados como urbanitas empezaron a aprender (d)el campo.
Costear la educación en CHile no es algo fácil, puesto que no se reconoce como derecho y parece más bien un artículo de lujo que una opción. ´¿Cuál era el trabajo de los chicos en la forestal? Lo que les permitía costear ese luijo que es la educación. Después de comer fueron a buscar su pareja de bueyes, a los que casaron con el yugo y guiaron hasta el bosque. Allí les esperaban algunos troncos talados ya a la medida correspondiente. Mientras cargaban los troncos al carro nos iban contando... La forestal sembraba, ellos cosechaban. En todo sentido. Mientras veían su bosque nativo muerto bajo el cultivo de pinos, y su futuro condenado al trabajo mal remunerado una duda asaltó sus cabecitas: ¿cuánto vale un pino? ¿qué vale un pino de los que la forestal ha plantado en mis tierras?. Ahí empezó todo. En lugar de tomar las tierras -como ocurre en otras comunidades- los chicos se apropiaban de sus frutos. Talar el pino, pasarlo por su propio aserradero y vender la madera preparado. En eso consiste su trabajo. De esta forma la forestal se convierte en recurso a partir de la reapropiación como acción directa.
Los chiquillos están estudiando ingeniería técnica de sonido. Les gusta la música yu tienen un grupo de rap. Vehiculan con eso la parte ideológica de su lucha. Fue también a partir de la música que dieron forma a sus ideas (así lo decía su camiseta de "reincidentes" y el sinfín de cds que tenían y/o conocían).
El lonko desde lo espiritual y la lucha institucional, los hijos desde lo tangible y la acción directa canalizaban un mismo malestar, dos frentes de acción bien diferentes (fruto del cambio generacional?).
Fragmento de canción de SubVerso-Newen Peñi
"Por que no comprenden que la tierra no se vende?
Que todo es de todos y nada nos pertenece?
Forestales transnacionales convirtiendo el suelo fértil en desierto
Plantando el pino, insigne asesino / Aterrorizan niños, desalojan a los míos de sus nidos
Y el gobierno protegiendo inversiones / Negociaciones por un lado, por el otro, represiones
Cómplice de destrucciones / Futuras generaciones pagarán porque a este paso nada dejarán"
"Quién es el cobarde? Quién es delincuente?
Quién es terrorista? Quién mata a la gente?
Quién es invasor? Y quién llegó primero?
Quiénes impusieron esas leyes que ellos dicen que mi pueblo está rompiendo?
Quienés son violentos? Ellos o nosotros?
Quiénes son los mentirosos?Quién les pidió su dinero y sus enfermedades?
Su gobierno y sus empresas forestales?"
Temuko I. Juana
lunes, 26 de mayo de 2008
Volcán Lanín
Fuera como fuese, estaba claro que teníamos que bajar, sin falta. El Lanín no pretendía ponernos las cosas fáciles. Apenas podíamos divisar el paisaje entre la niebla, intuyéndolo de roca y nieve heladas. Las ráfagas de viento parecían querernos tirar al suelo. Con paciencia y las raquetas, "poc a poc i bona lletra", llegamos hasta el refugio militar, un poco más abajo, y de ahí empezamos lo que sería un descenso "normal".
jueves, 15 de mayo de 2008
Junín de los Andes
Junín se presenta en la Lonely como un destino poco turístico. El intercambio con los lugareños es loq eu le da sentido a mi estar aquí. Poco importan ya los paisajes, o las truchas que potencialmente se pordían pescar en el Aluminé o el Chimehuin.
Un artesano nos cuenta que los mapuches laburan la madera y él la comercializa a cabmio de no pagar el alquiler del local de la feria artesanal (a la municipalidad). 700 socios mapuches hacen artesanía en la que imprimen sus nombres y el precio del trabajo. Todo lo que se paga va para quien elabora la artesanía.
Otro artesano nos introduce a la simbología mapuche y a su izquierdosa visión de la política local y global.
Un paisano nos descubre sus 69 años de vida, con 4 mujeres, 15 hijos, 2 caballos, 8 ovejas y 14 vacas. Nos invita a un asado para mañana.
Es un lujo estar aquí. No por lo medible en dinero, ni siquiera en tiempo. Es aprendizaje constante, en estado puro (si eso existe). Bona nit...
miércoles, 7 de mayo de 2008
Nahuel Huapi, a salto de mate
Llegamos a Bariloche y aterrizamos en el albergue (La bolsa del deporte), el qeu sería nuestro campamento base. Visitamos Colonia Suiza, una visita de oficio (Pepe y Jesús se dediccan a la madera --> vimos obras de arte arquitectónicas y conversamos unos mates con un carpintero hijo de los colonos suizos, en su aserradero, en compañía de su guanaco Quico). De ahí esquivamos el telesilla que sube a cerro campanario, degustamos los pasteles de la confitería de la cima y devistamos una hermosa puesta de sol sobre el Lago Nahuel Huapi.
Celebramos otra noche más en el "camping agreste" (camping libre) de Pampa Linda, con asado incluido!! "Qué mal nos lo montamos"- no parábamos de comentar... Plantamos la carpa pero hicimos vivac, bajo un cielo espléndido, bajo el cobijo de la cruz del sur y la luna creciente...
Días de descanso en Bariloche antecedieron la siguente excursión... Recopilar materia y rumbo a Frey! La amenaza de lluivia no nos dertieno. Tengo nuevos pies de gato y el camino de Cerro Catedral hasta el regufio de Frey se presenta fantasmagórico. Por la luz intensa de nubes, por el bosque anteriormente quemado y recubierto con las nuevas cenizas, las del volcán. Por el bosqeu de coihues llegamos a "Piedrita", un refugio incrustado en la roca, y continuamos hasta el refugio y lago y aguja de Frey (aquí les encanta mponer el mismo nombre a todo: lagos, agujas, montes, refugios, ríos, calles, pueblos..). Lindo paisaje, con el lago reflejando las agujas del cerro y el viento esculpiendo las piedras. Reconciliación con la escalada clásica. Me enfado con mi cuerpo y mi técnica, ambos adormecidos. me alegro de subir. Me motivo para continuar. Llegamos a la cima por la vía Cifuentes-Weber. Hermosa. QUé vista!!
En Bariloche nos deparaban más días de lluiva oñal. OLa bosla devino un refugio literario entre las "Metáforas que nos piensan", los imaginarios sociales, los cuentos e historias patag´nonicos y el cine local (Alabanza a la Papa, Cuestiones límitrofes entre Chile y Argentina...). Desafiamos la lluvia rumbo al Valle Encantado. Se llama así por las formaciones rocosas, y realmente el lugar merece su nombre. La lluvia nos encarceló en una cueva maravillosa, en una cueva cinco estrellas donde no nos faltaba el fuego diario, ni la comida bien ordenadita en la despensa colgante, ni las largas horas de lectura literaria o patagónica. Allí nos contábamos cuentos mapuches antes de ir a dormir, familiarizándonos con el ideario y vocabulario de esta "gente de la tierra" (mapu= tierra, che= gente) [Cuentan los mapuches]. Allí aprendimos sobre los propietarios de la Patagonia y sus trapos sucios y supuestas filantropías [La Patagonia vendida] y sobre las historias ingenuas que cuenta el abuelo a Clarita, hablándole sobre el monstruo del lago ness patagónico (el nahuelito), las aventuras de los primeros pobladores y las relaciones que estos tuvieron con los colonizadores que fueron llegando en contagotas [Clarita del Sur] Allí recuperé a Kundera [La immortalidad] y... en fin, largas horas de lectura desde el saco, con la lluvia de fondo y a la orilla del fuego. NOs dio el tiempo (meteorológico) para hacer alguna excursión fuera de la cueva, pero lo de escalar... va a ser en otra ocasión.
No fue hasta la vuelta a Bariloche, en una visita a la bilbioteca del centro, que descubrimos que habíamos estado habitando la Ciudad de los Césares, el paraiso que numerososo extranjeros del siglo XVI y XVII andaban buscando...
"Y cuando algun viandante deprevenido se detenga en el valle encantado y sugestionado por el hechizo pregunte por la ciudad de los Cësares le bastará llevasr la mirada a la cumbre de la montaña guardada pr las cumbres graníticas empotradas en la falda antes de alcanzar el azul del legendario río habrá encontrado seguramente la respuesta. "
domingo, 27 de abril de 2008
el Piltri... i la neu
fer-ne 27 fora de casa...
martes, 15 de abril de 2008
El Bolsón... i el CIDEP
Puyehue, o en búsqueda de la actividad geotérmica
Llego a Bariloche a las 8'20 de la mañana y a las 9h salía el bus que me dejaría en las faldas del volcán Puyehue. 40 minutos a contrareloj para prepararlo todo. Adivinen qué ocurrió... venía huyendo de las nubbes, aguas y nieves de El Chaltén, y los reencontré aquí!! La nieve cerró el puerto de montaña y llegué casi 7 horas más tarde de lo previsto.
El guardaparques me anunció que estaría sola en el refugio, que no había nadie pro la zona. Unos días de soledad... me pareció buena idea. Hasta el momento no he pasado ni un solo día de yo-me-mí-conmigo. Bien, 3 km más tarde me estqaba registrando otra vez en el Restaurante que es dueño del territorio colindante al volcán (es una historia larga y peliaguda, pero cierta). El Chef y semiguardaparque, Michael, estaba hablando con Gil e Idan, dos israelitas, y entre los tres me desaconsejaron subir porque ya se acercaba la noche. Terminamos cenando los 4 en la cocina del restaruatne y los tres mochileros dormimos cada uno en su tienda, en un porche que había ceca. Y qué frío!!! Al toque impositivo de Gil, nos levantamos a las 7h. El tiempo acompañaba a medias, y la escarhca y la nevada del día anterior habían dejado el bosque y la montaña de un blanco inmaculado. Pasito a paso, por el pasto, el bosque de laureles y lengas,
Los israelitas hacen tres años de servicio militar (los chicos) o dos años (las chicas). Después de eso reciben algo de dinero y suelen ir a viajar antes de empezar su vida como estudiantes o bien como trabajadores. En la Patagonia hay más turistas de Israel que de cualquier otro país del mundo. Yo nunca había conocido a nadie de Israel. La experiencia con Gil no fue demasiado buena, pero no fue así con Idan. Me es difícil ordenar las ideas intentar transmitir lo que iba pensando al convivir y hablar con Idan. Me parecía una persona especialmente atenta y solidaria con los demás, qeu lejos de preocuparse de sí mismo y de sus necesidades, tenía en cuenta al resto en muchos aspectos. Lo chocante es escuchar que todas estas cosas buenas son las que el ejército le había enseñado (!!??). Para mí todo esto era una fuente de contradicciones. Después de los 3 años de servicio militar, le ascendieron y se quedó un año más como si de cualquier otro trabajo se tratara, por aceptar más responbilidades y transmitir lo qeu había aprendido hasta entonces. Por una parte, como cada vez que he estadocerca de un soldado, algo me echaba para atrás. Por otra, me parecía alguien agradable con quien compartir una excursión. Bien, conversamos bastante y me contó qeu había hecho cosas que no le gustaría que sus hijos hicieran, igual que sus padres no querrían que él hiciera lo que había hecho en el ejército.
Cuanto me gustaría saber más de historia y estar más al día para poder entender mejor la charla que tuvimos esta ma´ñana. Supongo uqe la única conclusión posible es que, como en BOsnia, o como en todas las guerras, la multiplicidad de los factores y el dolor hacen que la situación sea muy compleja. Quizás no haya buenos ni malos, solo enfrentamiento (malo por definición(¿?). El discruso de cada bando termina siendo el de la supervivencia primero y el de la seguridad en segudno lugar. La voluntad de paz parece igual en todas partes, pero no así lo qeu hay que hacer para llegar a ella.
Finalmente volví a Bariloche en autoestop. Bien, antes de empezar a hacer autoestop hable´con una pareja argentina que estaban en el restaurante "centro de trekking" y dijeron que me llevarían hasta Bariloche cuando terminaran de comer. Ellos volvían de un viaje por la costa chilena. Rozaban sus bodas de oro (y seguramente la setentena de años), pero mantenían intacto su espíritu viajero. Escuchando entrañables batallitas, disfrutaba del paisaje de la región de los lagos que las nubes habían escondido en el trayecto anterior. Al llegar a Bariloche no querían soltarme sin que hubiese visto algo un poco ddel pueblo. Así qeu me dieron un tour turístico por el centro (donde sacié mis ansias de chocolate) y alrededores (desde donde vimos una espectacuilar puesta de sol sobre el lago Nahuel Huapi). Tienen unas cabañas en San Luis. Quén sabe, igual nos reencontramos.