lunes, 18 de agosto de 2008

Capilla del Monte

Sigrid se desprendió de Buenos Aires y vino a encontrarnos a Capilla del Monte, en plena sierra cordobesa. Conformamos un curioso cuarteto, cada loco con su tema. Dulces atardeceres, largas veladas en torno al fueguito de un asado. Desgustamos el chivito de la región y el vino de la tierra. Aunque los paisanos "chupan" el de tetrabrick. Quizás por eso Capilla del Monte sea tierra donde se avistan ovnis... Porque observamos la noche y de los extraterrestres ni rastro (a quién debemos reclamar??). Igual nos faltaba algún tetrabrick... Subimos al cerro Uritorco y tampoco sentimos la "recarga energética" que nos prometieron esos iluminetis del lugar (a quién reclamamos también??). Aun así sí nos sorprendimos, con lo bueno y lo malo del cerro. El pasto dorado que recubría el monte parecían graciosos ramilletes peinados por el viento. Una maravilla. En la mismisima cumbre un chico nos comunicó que ha´bia que pagar para estar allí, porque el cerro era de propiedad privada. Con un poco de labia resolvimos el entuerto pero... pagar porque una montaña es privada nos es tan ajeno que quizás ...

miércoles, 13 de agosto de 2008

San Marcos Sierras

Una noche de bus separaba la capital de nuestro destino: San Marcos Sierras, un tranquilo pueblito en la provincia de Córdoba. Entre risas, complicidades y debates se escurren las horas. Jesús y Fermín me adoptaron como hermana. Amenizamos los ratos con lecturas colectivas, ora anarquía, ora Foucault nos nutren el intelecto, para que fluyan las ideas como lo hace el agua del río.
Y me siento feliz, poque miro a mi alrededor y veo cosas lindas. Lindos paisajes, linda gente. Lindo cómo me siento. Buenos Aires se hizo cálido de repente al aterrizar en Boedo.

Sentirse en casa...

Sentirse en casa es fácil cuando una está efectivamente en casa. Aun así, cuando una viaja, qué necesita para sentirse en casa? Igual calma y tranquilidad, un espacio que ocupar sin sentirse molestando a nadie. Invadir de presencias, imágenes o músicas. Un sofá en el que tumbares y poner una foto en la pared o saltar la canción que esté sonando. Pro igual todo eso tiene que ver con un espacio. Ese espacio que sentía buscar cuando llegué a Buenos Aires. Las ganas de compartir con la familia bonaerense me daban prisa. PIsé Montevideo y en menos de 24 horeas ya cruzaba el Río de la Plata. Aterricé en casa de Lili, pero en breve hice una mudanza ni siguiera planificada a Boedo, que vendría a ser como "El castillo" de toulouse pero a la porteña.
En Plaza de Mayo me reencontré con Jesús y su hermano Fermín. Otro militante de la vida, cómico y dulce. Ambos hermanos son un espectáculo andante, olvídense del teatro o las películas. Visitamos a Regazzoni, un escultor de chatarra, un artista de la soldadura e imaginación liberada que combina aviones y renes descuartizados para dar vida de acero a un sinnumero de animales, insectos u objetos.
Estar con este par de dos y sentirese en casa fue instantaneo. Despues de darle algunas vueltas decidi que si sentirse en casa depende mas de la gente que del lugar, que me iba con ellos...
Pasamos una semana en el torbellino cultural y social de la capital, y en el caos de su transporte (salvado por la guia T, que desentrama la maraña de colectivos para llegar a algun lugar). A veces sí hay donde llegar, como un espectáculo que te deja boquiabierta (Zaranda -Los últimos, los que ríen; Títeres)un cine, un tanguero en un bar con historia, un dentista en la boca, unas madres en Plaza de Mayo, un asado en la terraza, o una bolsonera artesanal en San TElmo.
Entre las cuadras de miles, los miles de cuadras, y los colectivos a cienes y los cienes de colectivos quedan pequeñas islas para el discurrir de lo humano. Lo bueno, lo feo, lo complejo. Encuentros y desencuentros se mezclan en el privilegio de verlo todo desde fuera. Todo cabe.

Cabo Polonio y sus 12 segundos

Carlos decía que dejáramos de creer en las casualidades, que nada es casual. Sea como fuera, lo que está claro es qeu no cesan. La parejita de uruguayos que conocimos en Aguas Claras (Chapàda Diamantina) fue la gota que colmó el vaso y me hizo decidir la ruta de vuelta. Sí, pasaré por Cabo Polonio, me dije. Casual o no, buscando como llegar recibo un mail de Sigrid y Jesús confirmando que sí, que el faro de Cabo Polonio son 12 segundos de oscuridad, como adelantaba Drexler en la canción. Estuvieron unos dìas atrás.
Cabo Polonio es un área protegida y sólo se puede llegar andando o en unos camiones que recorren las dunas. NO hay coches,. Llegar andanto fue una maravilla, el bosque de pino dejaba paso a las dunas de arena blanca, hasta qeu se empezaba a divisar el faro primero y el pueblo después. Debería haber otra palabra para Cabo Polonio, oprque no es un pueblo parecido al tipo de pueblo al ueq nos remite la palabra. Cabo Polonio es un cabo, rodeado de mar y playas. Tiene el cfaro y algunas casitas que lo abrazan. Ranchos, como les llaman acá. Pocas casas, esparcidas por el prado que recubre el cabo. Sin calles, sin aceras. Como si fueran flores silvestres. Ni un alma. A primera vista ni rastro de pousadas, ni siquiera un bar, una proveeduría o un lugar donde conseguir agua para hervir la pasta. Me senté a descansar, a observar, a esperar. A engañar el hambre con algnos crakers que tenia encima. Y ahi apareció Adriana, que me invitó a acampasr junto a su casita d ela acacia, con sus tres hijos. De camino nos sorprendieron las ballenas. Allí estaban, bailando su erótica danza, a menos de cincuenta metros de nosotas. Casi podíamos tocarlas. Nos mostraban caprichosamente la aleta, la cola o un suspiro. Divino espectáculo para despedir el día ue se iba con las ñúltimas luces...
Compartí un par de noches con la familia. Lentos los tempos, humildes los´hábitos. La casa se cobijabva bvajo una acacia de las dunas, con algunas maderas añadidas. Todo sencillo, nada de más. Lo imprescindible para una vida apacible. Sin luz, agual del arroyo, un fueguito por cocina y el espacio para dormir.
Por la noche pude también comprobar que no es la luz, uqe lo que importa en verdad son los doce segundos de oscuridad del faro de cabo polonio.

lunes, 4 de agosto de 2008

A Uruguay por Chuy

Tengo frío en las orejas. Ya bajé al sur, donde el invierno se parece al invierno. Sentada en la frontera de Brasil con Urugay, que divide el pueblo de Chuy en dos, espero a que abran la oficina de cambio. Sin pesos uruguayos no puedo ir muy lejos, así que llevo cuatro horas comparteindo amaneceres con aduaneros y camioneros madrugadores. La decrepitud de la aduana es reconfortante, y oir hablar castellano creo que también. El despertar de las calles uruguayas de Chuy huele a facturas y carne asada, Sabina canta desde la ventanilla de un coche destartalado. El mate está por doquier, ni el volante, el caballo ni el trabajo impiden el termo bajo el brazo, mate en mano y bombilla en boca. Me recordaría a Argentina si no fuera porque acá hierven el agua antes de tomar...

Empezar a "volver"

De Bahia a Rio Grande do Sul (estado brasilero fronterizo con Uruguay) hay un trecho largo. Muchas horas de carretera. Empieza a urgirme salir del paìs porque quien sabe por què motivo no me dieron 90 dìas de visado sino la mitad. Aunque tambièn ya he tenido bastante de Brasil -a pesar de haber visto muy poco. Tiene lindos lugares y buenas frutas. Pero me cansè del arroz con feijão y las complejas desigualdades. Acaso me pesan los kilometros del viaje y se alargan los kilos de la mochila. Asi que decidi volver con paraditas... La primera en Itatiaia, un maravilloso parque natural entre Rio y São Paolo. Es tipo Montseny, pero a escala americana, cubierto de mata atlàntica. Aunque parezca increìble, por primera vez en todo el viaje pude hacer cumbre! y tres en uno... por la trilha dos tres picos. Sol y buen tiempo, como decidiò la asamblea de majaras. La palabra verde se queda corta para definir las tonalidades que vi en la mata, en su interjuego con los rayos del sol. Oi y vi miles de pajaros cuyos nombres soy incapaz de recordar. Desde arriba, vistas espectaculares sobre el valle del Paraìba, y una fina capa de contaminaciòn recordando que el parque natural es el pulmòn de la cidade do aço (ciudad de acero), que alberga la mayor siderurgica del continente. Es por ese motivo que por ac`+a pasa uno de los unicos trenes de Brasil (obviamente, solo mercancias). Cèia, la mujer del camping, nos apadrino a mi y a un italiano-ale màn, preparandonos una cena con cariño para los viajeros solitarios...
Un par de noches curtiendo la tranquilidad del parque, y de vuelta a la ruta. Hasta Porto Alegre. Allì esperaba encontrarme con Pati, una compñera de la uab, pero resultò ser que se habìa mudado de ciudad y de estado... Asi que me encontre con la ciudad. En Porto Alegre se respira otro aire. Màs europeo? Lo poco que vi me violentò menos que otras ciudades brasileras. Algunas curiosidades? Un mercado maravilloso, muchas iniciativas culturales, mergulho por librerias de viejo y bibliotecas populares... y una tienda de la reforma agraria (donde vendìan productos de la tierra de los sin tierra).
Y me despido de Brasil con un granito arena de los "Capitães de areia" de Jorge Amado... (sobre los niños de la calle, a principios del S. XX)
Despuès Sin-Piernas se quedò mucho tiempo mirando los niños que dormìan. Alli habìa màs o menos cincuenta niños sin padre, sin madre, sin maestro. Tenian la libertad de correr por las calles. Llevaban una vida no siempre fàcil, arreglando algo de comer o que vesir, ora cargando una maleta, ora hurtando carteras o sombreros, ora amenazando hombres o a veces pidiendo limosna. Y el grupo era de màs de cien chicos, pues muchos otros no dormìan en el allmacèn. Se esparcìan por las puertas de los rascacielos, en los puentes, en los barcos, o en la arena del Puerto de la Leña. Ninguno de ellos se quejaba. A veces morìa uno de una molestia que nadie sabìa tratar. Cuando morìa venìa el padre Josè Pedro, o la mano-de-santo Doña Aninha, o Querido-de-Dios, por si le podìan conseguir algun remedio. Nunca, aun asi, era como un niño que tiene casa. Sin-Piernas andaba absorto en sus pensamientos. Y pensaba que la alegrìa de aquella libertad era poca para la desgracia de aquella vida.
(...)
Todos buscaban cariño, cualquier cosa fuera de aquella vida: Profesor en aquellos libros que leìa la noche entera, Gato en la cama de una mujer de la vida que le daba dinero, Pirulito en la oraciòn que lo transfiguraba, Barandão y Almiro en el amor en la arena del puerto.
Sin-Piernas sentìa que la angustia lo tomaba, y que era impsible dormir. SI durmiera volverìan las pesadillas de la càrcel. Querìa que apareciese alguen a quien pudiera torutrar con palabras. Querìa una pelea. Penso en ir a prender un fosforo en la pierna de alguno que durmiera, pero cuando vio la puerta del almacen sintio simplemente pena y unas ganas locas de huir. Y saliò corriendo por el arenal, corriendo sin rumbo, huyendo de su angustia.

lunes, 28 de julio de 2008

Chapada Diamantina... diamante (en bruto?)

Los portugueses y otros inmigrantes llegaron a la Chapada para extraer sus piedras preciosas. Los garimpeiros lenaron la naturaleza de trilhas (caminos) que años después trillaron los turistas, guiados (previo pago) por los hijos de los garimpeiros. Todo se transforma. El inmigrante despojaba la naturaleza, el nativo despoja al turista. Agridulce transacción para achicar la deuda histórica. Lençóis es una villa rodeada de verdes morros y lindas cachoeiras (cascadas). Algunas calles entretejidas con calzada de piedras, dos de ellas y la plaza acribilladas de bares y tiendas de lembranças artesanales.
Remontar el río Lençóis por sus poços (gorgs) y sus cañones de cascadas y cuevas de arenas multicolor fue como despertar de la letargia de hastío cosechada en Salvador. Para los musulmanes, la meca es lo que la cachoeira da fumaça es para los gringos qeu llegamos a Lençóis. El laberinto para evitar un guía oficial es difícil de describir. Viven infundiendo el miedo y vendiendo la seguridad (siguiendo la más clásica estrategia neoliberal). Pero si uno no planifica, las cosas surgen. Así conocimos a Carlos, con quien fuimos al Vale de Capão, previo paso por Aguas Claras. CAmpamento completo con inventos de McGiver para suplantar el olvido de los palos de la tienda, y un fueguito para dar calor a la velada que compartíamos con otra parejita de uruguayos que encontramos allí. Las palabras de Carlos brillaban como unas estrellas más en la noche. Nos dobla la edad y es uruguayo desde el exilio. Militante precoz, con 13 años ya leía y entendía "El capital". Después que su participación en el partido comunista le llevaran a la prisión, la rabia por la tortura recibida le llevó a los tupamaros (grupo de guerrilla urbana). La muerte de su compañera en un tiroteo con la polic~ia fue la gota necesaria para colmar el baso y pasar de la lucha armada a la búsqueda espiritual -pasando por el candommblé, el chamanismo amazónico, la magia de la naturaleza y la química de los para~isos artificiales. En su vida estudió mucho (porque decir todo es demasiado) y trabajó más (actor, enfermero, ladrón de coches, oficinista, artesano...). Enviudó tres veces. Quizás por todo eso sus ojos tristes sonríen apacibles, mientras su mirada desvela haber conocido lo amargo. FUe un gusto conocerlo.

Salvador? Sálvese quién pueda!

Bahia Bahia.... Salvador de Bahia. CUriosa combinacion entre lo destartalado y el maquillaje urbano. Las calles coloniales del centro conviven con los arranha-ceus y las favelas, con los petroleros en el puerto y los chavales haciendo volar cometas en una azotea de los suburbios. El turismo causa estragos en el Pelourinho y echó las paradas del mercado para colocal sus apreciadas lembranças (souvenires). La ciudad es como un patchwork de barrios tejidos sobre los diferentes morros. Laderas que suben, elevadores que bajan. La ciudad desconoce el silencio. Siempre algo lo invade. El silencio no puede respirar, se ahoga de musica, de gritos, de coches, de carritos de vendedores ambulantes, de peleas, de rejas que se encierran -aprisionando al rico dentro, por su seguridad.
En medio de todo este barulho intento encontrar mi lugar pero siento que no es éste. El cansancio de tantos meses de mochila a la espalda se hace notar...

sábado, 26 de julio de 2008

pegando carona

Pegar carona= hacer dedo. Grata forma de recorrer kilómetros, conociendo las entrañas motorizadas del paisaje. Inmersión fortuita en el trayecto de otra persona. Un compartir espontáneo, fruto de la espera de uno, la complicidad de otro y la curiosidad de ambos. Acá en Brasil hay "Pontos de carona". No constan en los mapas ni en las gu~ias, ni señal alguna los anuncia. Pero la gente los conoce y los usa. Lo primero es informarse dónde están. A veces se coparten con la parada del bus, otras no. Sí se comparten a menudo con otras personas... La espera empieza dulce, con un toque de humos. A medida que avanza el tiempo, se pelean el aburrimiento y el enfado, de tal manera que los coches o camiones uqe pasan de largo lo hacen con un alud de cr~iticas variadas como propina. A ratos empezamos a elaborar una carta a los reyes, una lista de deseos sobre nuestra prócimaa carona. Que sea un rico fazendeiro (y lo fue) o uno del IBAMA (y tambíén). Que sea un conductor destartalado de coche destartalado. O una cucaracha con altavoces de música electoral. O un quilombola urbano. O un pol~itico. O un negro capoeirista. O alguien que se dedique a la cultura... Ni más allá, ni más acá, un polic~ia militar en vías de poner en marcha una pequeña fazenda de vacas, un camionero pernambucano con mucha buena fe del que no entendíamos ni media palabra, un camionero que había dejado la industria cervezera después de haberse formado en sus secretos en Alemania, unos guías turísticos con sed de fiesta.... Antes de eso fueron los eucalipteros. En Bahia ya no mas.

Caraiva

Salimos del quilombo haciendo dedo. Todos los que nos levantaron tenían una u otra relación con el eucalipto: un operario quilombola que usaba la información privilegiada que podía conseguir, un camionero qeu solía transportar eucalipto talado, un fazendeiro que era abogado y asesor legal de las grandes empresas de celulosa, a parte de cultivar eucalipto y criar bueyes en sus haciendas. De oca en oca y tiro porque me toca. Mono -cultivo, mono-tema. Y la vista cansada del verde-eucalipto que aburre el paisaje. Nos sorprendieron los montes (que pondrían los dientes largos a cualquier escalador) de Itamarajú. Fegustamos hasta el último feijãode Monte Pascual ante la mirada atónita de todo el que reparaba en nosotras y las respectivas mochilas. Después del eucalipto y antes del mar había un desierto levemente cubierto de algun mato verde (con quién-sab-qué-nombre) y cactus tímidos aparecían entre la arena blanca. Noche de tienda y fogonet... al fin!
A Caraiva llegamos a la mañana siguiente. Hasta hace dos años el lugar no conocía la luz eléctrica. Teóricamente, por convicción (contra el "progreso"). La práctica encerraba motivos menos idílicos y más monetarios. Finalmente, el programa de Lula "Luz para todos" trajo el "desarrollo" hasta este tranquilo y heromoso lugar. En verano debe estar plagado de guiris. En temporada baja sólo encontramos algun despistado que como nosotars paseaba por la desembocadura del río o la playa azotada por el viento y las pousadas desérticas. Entre los pocos habitantes del bueplo, con las calles de arena blanca sin asfaltar, no faltaban los pescadores ydueños de campings, pousadas y bares... ni los "pesaos". Valseamos hasta Nueva Caraiva, donde el ambiente era todo menos tur~istico. Mucho más encantador, al ritmo del forró y los niños jugando a futbol en la plaza recubierta de banderines de colores.
En el bus hacia Arraial el azar nos hizo descubrir a Yedo y Sandra, que venían de conocer una comun idad indígena. Pasamos la noche juntos y decidimos ir por caminos diferentes a Salvador.
Levantamos otra vez el dedo, viviendo cada kilómetro y disfrutando del cambio de paisaje, qeu nos mostraba el avance de la mata atlántica y sus majestuosos ejemplares a medida qeu nos adentrábamos al estado de Bahía. Demoramos, mas chegamos.

lunes, 14 de julio de 2008

En el quilombo...

Aprendí la palabra "quilombo" al entrar en contacto con algun argentino. Allí se usa como sinónimo de "lio", "caos'...: "Se armó un quilombo!". El quilombo en Brasil es otra cosa. Aunque epistemologicamente no sea dificil entender por qué en Argentina un quilombo se denomina quilombo. En la época en que los esclavos (africanos) estaban a la orden del día en Brasil había una parte de ellos que ofreció resistencia y se "escapó" antes que la Ley Aurea de 1888 aboliera la esclavaitud. Así se formaron pequeñas comunidades de africanos en la mata atlántica brasilera, llamadas "quilombos". Las comunidades quilombolas resistieron y sobrevivieron más allá de la abolición de la esclavitud, aunque fueron víctimas también de la "colonizáción" selectiva, manteniendo parte de su tradición y asimilando parte del mundo que les rodea.
La escuelita de la comunidad quilombola de São Domingos tenía hoy invitados especiales. Los niños fueron premiados con un día de fiesta, para ceder su espacio educativo a la justicia . En lugar de la maestra había un juez, y en lugar de algunos estudiantes había 82 quilombolas en el banquillo de los acusados, acusados de desobediencia a la autoridad. Es preciso remontarse dos años atrás, y desplazarse al lugar de los hechos, o ponerse en la piel de un quilombola por unos instantes.
La comunidad quilomboa vivía tradicionalmente rodeada de mata atlántica y campos de mandioca. De ella extraían madera para hacer carbón, leña para cocinar y madera para construir casas, herramientas o muebles. Con la llegada del monocultivo de eucalipto en los años 70, en tierras griladas de Aracruz, la mata fue desapareciendo.
Hoy en día la comunidad de São Domingos son un conjunto de casas delimitadas por la carretera BR 101 y el ejército de eucaliptos. La madera dle eucalipto no tiene la calidad de la de la mata atlántica para los usos que los quilombolas le dan. No da para mucho calor (pero sí para mucho humo), no sirve para la construcción pero sí sirve para hacer carbón. Así que después de unos años se pactó con Aracruz que los quilombolas aprovecharían los deshechos de eucalipto que la empresa no fuera a utilizar. Con el tiempo estos deshechos fueron disminuyendo en cantidad así que los quilombolas empezaron a buscar una lternativa. Finalmente, bajo un análisis global, resolvieron que Aracruz era quien había hecho esaparecer l mata de las tierras que consideraban suyas, así que tal vez ser´´ia legítimo recuperar eucliptos de la plantación (enteros) en lugar de "conformarse" con los restos. Algunos quilombolas hícieron acciones de tala, y ena de ellas fueron sorprendidos y juzgados, con una sentencia que imponía una orden de alejamiento del lugar. Continuaron con las mismas acciones más al sur, y 82 de ellos fueron detenidos y con un proceso judicial abirto. Se les acusaba de desobediencia a la autoridad por incumpimiento de la sentencia anterior. De esta fora, la acusación la hacía el ministerio público y no la empresa.
La comunidad de São Domingos vive en el olvio político, y con algunas cuestiones candentes como la falta de agua crorriente o de recogida de la basura. La fuente económica se basa en el carbón y la artesanía, y el cultivo de subsistencia prácticamente desapareció bajo la sombra del eucalpto. Hasta hace unos cinco años todavía se usaba la "farinhera" para moler la mandioca. No era sólo una cuestión práctica, sinó también una forma d mantener la trdición y l encunetro, eje social de la comunidad. La elevada cotización del carbóon y la falta de terreno para el cultivo de mandioca, junto con la falta de madera nativa para la reparación de la antigua farinhera hicieron que ésta cayera entre el olvido y la nostalgia. Ahora el beijou (masa tipo crep pero hecha de mandioca y agua) se hace con harina de mandioca dcomrada a otras comunidades. Las casas tradicionales están también en peligro de extinción. Hasta ahora se construían con adobe y madera nativa. Actualmente no se encunetra ,adera para construir y las termitas que huyen del monocultivo acosan las casas quilombolas. (continuará)

La costa capixaba

Los dias en el MST fueron brevex quizás, pero intensos sin duda. Desiertos verdes, política, lecciones aceleradas sobre la vida en el campo. Una vida sencilla, un montón de interrogantes a los q no pudimos dar respuesta. Conocimos las "bases" pero el MST diferencia mucho entre éstas y los "coordinadores". Finalmente las lluvias y las prisas impidieron que nos encontraramos con Elía, el contacto que teníamos, una coordinador. Otra vez será.
Los días transcurrían apacibles en el MST. Nos levantábamos con el sol, al son de la campanita, a las siete de la mañana. Horario solar, al fin. Entre charlas y paseos pasaban los días. Más que la política, me impactó la matanza de la vaca que presencimos. Desnucarla y descuartizarla para asarla o congelarla. O la sorpresa de algunos al "descubrir" que Joana y yo sabíamos hacer "tarefas domésticas" como lavar ropa, barrer o cocinar. La lógica era la siguiente: si andan viajando y tienen estudios es que son latifundistas o empresarias. Nunca habrán labrado la tierra, ni barrido el suelo ni cocinado la cena...
Nos fuimos acumulando "más una despedida"

Los compañeros de FASE nos habían recomendado un lugar para dormir en Conceção da Barra, e nla costa. Sin saberlo, llegamos a un lugar con histoira. A primera vista recordaba al Hotel Ampurias antes de que fuera lo "fashion" que es ahora. Finalmente, Zé Carlos nos contó que lo que hora es el Hotel Marina fue constrido en 1786 como almacen de madera para envair a europa; por eso tenia esa privilegiada situacion donde el rio São Mateus se une al mar. El despojo de madera no es nuevo...
Una playa atlántica con sus olas que se van rompiendo a lo largo de la orilla, una moqueca deliciosa (plato de pescado), lecturas bajo el sol de lo que aquí es invierno (factor 15), y la pobreza aislada tras las cuatro calles que configuran el pueblo. Uno de los barrios, Bugia, se convierte ciclicamente, cada 15 años, en arenal, cuando el mar se abalancha sobre este territorio sin dejar títere con cabeza ni casa con techo. Actualmente es un barrio de pescaderias fantasma, con gentes humildes poblando las casas que conservaron algo de su estructura. En Santa Ana un riachulo cambia su curso al son de la marea. Cuando ésta sube, trae peces. CUando baja, nada se pesca. De esa pesca oscilante vive una pareja de ancianos, finalmente más preocupados por el aguardiente de caña uqe por el curso del agua. Paseamos con ellos por le barrio, que cuando no vivia del mar, vivía del aire.
Itaúnas est´´a algo más al norte. Poco en quilometros, mucho en bus. El lugar no conoce el asfalto pero si el turismo. Ahora es baja temporada (es invierno) asi que anda medio desierto. Y como buen desierto, poblado de dunas enormes ante el atlantico incansable. shhshhhhshhhshhh miles de arenas modeladas por el viento de mar. Chiringuitos que aparecen como setas y que sobran como un bicho en la ensalada. Por la noche, ambiente como el del mediterraneo a finales de septiembre. Solo estan los lugareños, que no prescinden de una birrita en la terraza, aunque sea martes... TAmbién aquí hay quien encontró su lugar en el mundo.

sábado, 5 de julio de 2008

Mergulhando mas... en el MST

Brasil es un pais muy rico, también rico en pobres. En lo que más rico es Brasil es en recursos naturales. El éxodo rural de los años 70 se llevó del campo a la ciudad a muchos trabajadores rurales, dejándolos sin tierra y sin trabajo -y a las puertas de la pobreza-. A su vez, dejó también mucha tierra en manos de pocos propietarios. En ese contexto nació el MST (Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra), para luchar contra la inequidad social a través de la Reforma Agraria, que dotaría con tierras (y por tanto, trabajo) a los campesinos.
A más de 20 años de su nacimiento, actualmente el MST es una organización con más de dos millones de personas, que viven en diferentes asentamientos por todo el país, donde tienen su vivienda y su parcela de tierra para trabajar.
Hace tres días que estamos conociendo la realidad del "movimiento" ( o la organización, debería decir), desde una escuela de capacitación que tienen en el estado de Espiritu Santo (al sur de Bahia). En un día cualquiera, en este lugar, Otino está criando plantas de mata atlãntica en el vivero -para poder reforestar los asentamientos-, Tião poda el cafetal, Joyce cataloga los libros de la biblioteca mientras atiende al teléfono o a su bebé, Diana sembra coriandro en la huerta, Eliseo vuelve de topografiar un terreno, y Alinhi usa el telecentro para hacer sus trabajos para la universidad, mientras Raquel prepara el almuerzo para todos y Roberto descuartiza una vaca. En un asentamiento vecino, Fátima habla a los niños de cuarto curso sobre la historia de Brasil, o qué ocurre con la basura desups qeu sale de su casa. En este contexto hemos tenido la oportunidad de compartir con ellos techo, comida y conversación. Nos trajo hasta acá, por decirlo de algna forma, el monocultivo de eucalipto (que ocupa la mayoría del estado). Hablamos sobre ello, pero hablamos más finalmente sobre el MST: su forma de organización y de actuación, su grado de autonomía, su relación con el gobierno y otras instituciones, sobre la educación y la salud, sobre el campo y la agroecología... Entre conversación y conversación, las sorpresas mutuas iban floreciendo. Por ejemplo, Tião se sorprendía que no hubiéramos trabajado nunca la tierra, que no conociéramos los secretos del cafetal, que no hubiéramos visto nacer un bananero o que no hubiéramos asistido a la matanza de una vaca. Procuró hacernos partícipes de todo ello.

martes, 1 de julio de 2008

Mergulhando nos desertos verdes

Mergulhar es una de esas palabras que suelen llamar la atención a quien está descubriendo este lindo idioma que es el portugués. Significa bucear o sumergirse. Tiene una sonoridad peculiar, verdad? Merghulhar... La idea de hoy era ir a la playa, pero finalmente nos mergulhamos en otra historia. Volviendo a las andadas, volviendo a conocer "el otro Brasil", el que no venía en la guía. Tirando de algun contacto, terminamos en una ong que forma parte de la Red de Alerta contra los Desiertos Verdes. Por desierto verde se entiende el monoculivo extensivo de una especie para la producción masiva, con los efectos que eso conlleva. Se suele utilizar para el eucalipto, el pino, la soja o el maiz. En Brasil está la mayor planta de celulosa del cono sur, con miles de hectáreas de eucalipto plantadas para abastecerla. En este contexto se armó una red para combatir la empresa, para evitar los efectos destructivos que ésta tenía sobre el medio ambiente, el sistema económico y los habitantes de pequeños pueblos circundantes a la fábrica y las comunidades que habitan aisladas dentro de los desiertos verdes: los quilombolas (comunidades negras que opusieron resistencia a la escalivitud siglos atrás) y las comunidades indígenas guaraní y tupinikim. La lucha no es fácil, pero a FASE (la ong) le gusta hablar de pequeñas victorias fruto de las actividades que van desarrollando. Aun así, la cosa no se presenta fácil -estamos hablando de una empresa que ha conseguido desviar ríos enteros, construir canales y represas, trasvasar agua de otro río a una represa o modificar la dirección del curso de un río para abastecerse, con el apoyo logístico y financiero de órganos del propio estado de Espíritu Santo y del gobierno federal. Hay muchos paralelismos con la situación que conocimos en Chile, por el trato con los indígenas, la criminalización de la resistencia, el poder absoluto de la empresa con impunidad ante el estado o ante el sentido común...

Y bueno... entre tanto conocer la situación y esforzarse con el portugués (o el portunhol) -Joana parece estar aportuguesadisima- terminamos la jornada de hoy con una tortilla de patatas y pan con tomate para todos -cocinando, como no podía ser de otra manera-.

domingo, 29 de junio de 2008

RE-Río

Llego a Río con la sensación de RE-correr caminos, pero con sorpresas esperando tras cada esquina. Dulce RE-encuentro con Joana en casa de Gabriel, sin Gabriel. Ponerse al día lleva su tiempo! De hecho, todo en este país demora su tiempo… Y el tiempo se escurre como fina arena de playa entre los dedos de un chiquillo. Sin tregua. Casi una semana en Río y los sucesos se atropellan unos a otros, desvelando a cada rato el Río cultural, el Río social, el Río turístico… Todos los Ríos cupieron en esta semana. Conocimos el candomblé y los Orixás al acercarnos al teatro del oprimido donde daba un taller Augusto Boal. Nos sumergimos en las librerías que poblan el centro de la ciudad, resistimos el egocentrismo del excéntrico artista que desde hace siglos recubre de azulejos la escalinata de Lapa a Santa Tereza *de origen chileno, viajero antes que se inventara el turismo y defensor del rojo como el único color que es color; cuando pinta pinta siempre grávidas –embarazadas- hasta en su autorretrato su panza alberga futura vida.
El museo de Niteroi sigue imperturbable con su forma de seta y sus curvas, aguantándose por la quietud y desafiando la gravedad. Ahora alberga una exposición sobre la poética del color en cuadros de pintores coloridos. Exposiciones a parte, es mejor el continente que cualquiera de su contenidos.
En la mañana de un día soleado la injusticia se rebela, como en todas partes. Esta vez las favelas levantan la voz contra la violencia del estado con la militarización de sus moradas y la criminalización de la pobreza. Una pancarta resumía estupléndidamente:
“Los ricos quieren paz para ser ricos. Los pobres queremos paz para estar vivos”
*contexto: las fuerzas policiales y militares con presencia en las favelas han matado indiscriminadamente jóvenes en los últimos meses, en la favela o en los centros penitenciarios*
A cierta distancia del acto reivindicativo, los turistas siguen subiendo en teleférico al Pâo de Açúcar, y COpacabana e Ipanema siguen siendo testigo de escultóricos cuerpos y maravillosas puestas de sol.
Las noches despiertan la actividad cultural, cine, teatro y conciertos con todos los matices desde lo alternativo a lo convencional -que en este país está sustentada por las grandes empresas energéticas (del petróleo, la luz o la siderurgia). Puedes pagar 40 euros para ver a Adriana Calcanhotto en vivo, o un quilo de alimentos no perecederos para un cine-forum contra la violencia. Lo primero no sé cómo fue porque me parece privativo, lo segundo se desorganizó… (en todas partes cuecen habas). Así que terminamos invitadas por un actor a su espectáculo: una rocambolesca historia sobre la creación teatral, el amor, el capitalismo y la desesperación, basada en la obra de un tal Fitzgerald.
Los viernes la noche sale de fiesta por Lapa. El techo de los sin techo de día es el cobijo del baile y los vendedores ambulantes de noche. Los arcos de Lapa (un antiguo acueducto) se visten de fiesta y si hace falta reavivan a un muerto con su desenfreno.
Los viejitos juegan cartas o ajedrez en las mesas de cualquier plaza. EL largo de Machado es uno de los lugares donde el juego convive con el mercado de frutas y verduras los sábados. Todo tiene cabida en la plaza, hasta árboles tropicales, niños correteando, quioscos de flores y puestos de frutas con tamaño tropical. Se respira domingo aunque no haya llegado todavía.
Recién es el bicentenario del Jardín Botánico. El porte de los árboles (en el sentido chileno –de tamaño- y el castellano –de estilo-) así lo avalan. La diversidad, originalidad y belleza de sus verduras sobrepasan lo imaginable. Hasta la cámara se saturó y se declaró en huelga despyés de la décima foto.
El mes de Junio se celebran en Brasil las fiestas Juninas, para conmemorar todos los santos de Junio. Pensaba que San Juan y las barracas de fiesta mayor habían quedado al otro lado del charco, pero la fiesta de ayer sirvió para rescatar ese mismo espíritu. Sin hoguera, pero tampoco ya solemos hacer hogueras en San Juan… Los banderines coloridos cubriendo el espacio de baile, algunas barracas con beber y comer, multitud animada y semidisfrazada bailando forró. Eternamente forró. Baile de 4 pasos. Quien lo baila, lo baila, quin no, lo inventa o improvisa reinventando nuevos bailes con cada movimiento. De una, se arma un baile conjunto en un gran círculo, toda la multitud como un ser único…
Una pelota, animada por los toques de varios chiquillos, pasea de mano en mano. Al lado, la ceniza del cigarro de un mayor espera que un equipo marque un gol en la pantalla antes de caer al suelo. La sobremesa se quedó con la mujeres mientras el futbol acaparaba la atención de sus maridos. La barbacoa humea aun las brasa y una vieja solitaria observa desde un banco cómo la vida del barrio se vive en la calle y no en la casa. Es domingo… Esa viejita no lo sabe, pero es esa vida que arde en la calle lo que aliña su cotidianidad solitaria. La vida en Santa Tereza habita en las calles, se adueña del espacio público como si de espacio público realmente se tratara. Sin que el civismo haya llegado con sus ahnsias de prohibirlo todo y su poder para minar el alma de la vida social: el encuentro, el juego, el asado…
Se va el sol y llega la samba. El vecindario se apodera del ritmo con el cuerpoy baila al son de la música. Curiosmente los últimos invitados en llegar son algunos de los músicos, que desenfundan su arma del ritmo y se unen al compás. Hasta que el cuerpo aguante!

Rumbo a Río


El autobús estaba abarrotado de personajes a cual más curioso. Una francesa que andaba fundando escuelas francesas en la zona fronterera de Paraguay, Brasil, argentina. Un enólogo argentino preocupado por el ADN del vino porque bodegas francesas embotellan vino mendocino con DO francesa. Un joven de Ushuaia montándose en el dólar del turismo abriendo una agencia en Búzios *destino turístico de Brasil para muchos argentinos*. Una maestra rural preparando un examen para ser peluquera y locamente enamorada de su futuro segundo esposo a sus casi 60 años. Una parisina con arrogancia británica viajando con prisa… Más de 40 horas de bus dan para conocer lo suficiente como para escribir una novela!

Llegada y partida de Buenos Aires;;;

-Señorita, a dónde va?- preguntó amablemente el chico que colocaba las mochilas en la bodega del autobús, en Retiro (Buenos Aires)
-A Río- dijo mi voz, y al oírme empecé a hacerme a la idea.
Lo sentí como el fin de un trayecto. Irse de un lugar y llegar a otro son las dos caras de un mismo viaje. Aunque hasta ahora, lo aprendido no es poco. Ante todo, viajar para conocer –en lugar de trasladarse para ver-,m cerrando la guía y abriendo la mente, preguntando más y escuchando bien, observando más allá de la belleza y leyendo lo que el paisaje esconde entre líneas. Al fin y al cabo, quizás sea el giro del viaje turístico al viaje social (o político). Viajando con Jesús el viaje era así. El viaje continúa. Viajar sin tiempo, y sin “tener que recorrer” largas distancias. Adaptarse al ritmo humano, que ve cambiar lentamente el paisaje. No se trata de andar sin criterio, sino de estar abierto a lo que surja. No me gusta creer en el destino, pero admiro la sucesión de casualidades que no cesan. Al final las cosas salen, y suelen salir bien (y bien surrealistas). Como en esta breve visita a Buenos Aires. Estando en un portal de Palermo, intentando comunicarme con Claudia sin conseguirlo, Claudia pasa por delante de mis narices *Buenos aires= 10 millones de habitantes*. Terminamos en una clase de Tango en Catedral. Claudia me recomienda un espectáculo de teatro comunitario en Catalinas Sur (La Boca). Vamos a verla con Sigrid y Jesús y de ahí a una fiesta de Claudia donde resulta que la compañera de piso de ella es conocida de Jesús. Y así suma y sigue. De las casualidades a las curiosidades, estuvimos conociendo las entrañas de Caballito de la mano de un grupo de amantes de la política y/o la militandia que se escondían trabajando detrás del volante de un taxi.
Lo bueno de aterrizar en la ciudad fue desatar al cuerpo en el baile en distintas noches, en distintas fiestas…

jueves, 19 de junio de 2008

Malargüe

Dos días más de dedo. Sol, carretera, y la esperanza que el siguiente coche/ camioneta/ camión nos levante. Estar fuera de la ruta de la Lonely hace que desacumulemos puntos pero también que el tráfico sea menos denso y bajen las probabilidades de transporte... Tiempo para leer y conversar. Y de nutrirnos con nuevas conversaciones con los conductores que amablemente nos levantan, con los paisajes y los últimos cielos patagónicos. Recorrimos toda la región de Neuquén. Un alemán-canadiense petrolero nos acercó de las Lajas hasta el medio del desierto (cerca de Chos Malal)m de allí llegamos a Buta Ranquil en la parte trasera de un pick-up. Dormimos en el desierto de estepa rodeados de volcanes (Tromen, Domuyo...) y de pozos de petróleo. Una furgoneta de decibélicos pasodobles a nuestra salud nos dejó en Barrancas. Finalmente, un atrotinado coche nos cruzó de provincia. Dejamos atrás Neuquén para entrar en Mendoza. Superamos los tramos de ripio de la 40 (sí, otra vez la ruta 40).
El agro sigue en combate, las rutas siguen cortadas, los conflictos sin resolver, el desabastecimiento en aumento y los precios acelerándose (sobretodo el del petróleo). Dormimos en el albergue de Juan. Él es la ´n-ésima persona con que nos cruzamos que ha encontrado su lugar en el mundo. Cuando nos relataba su historia casi me saltan lágrimas de alegría. Finalmente todo me lleva a pensar que las personas qeu encuentran su lugar en el mundo lo hacen porque son capaces de atarse más a una idea que al dinero. Sonará romántico, pero así es. Quizás hay cosas que simplemente no tienen precio. Como el amor del Chino por el mar (Mehuin).

Temuko-Las Lajas

Necesitaba salir de Temuko. Salir de la ciudad, salir del Robertáculo, donde la vida se anclaba en la actividad social constante (fuera debate, política o arte). Al acercarnos a la cordillera se me iba dibujando una sonrisa en la cara. La altura, el paisaje agreste. Rocas caprichosas y vientos fuertes. Las primeras nieves. Temuko-Lonquimay- Pedregoso- Paso del Pino Hachado entre buses y dedos. La aventura empezó después en Pino Hachado, el paso internacional entre Chile y Argentina. Un par de argentinos nos levantaron, más preocupados en empinar el codo que en manejar. Con el hielo y el viento blanco de la cordillera, aprovechamos que el conductor bajó a por tabaco para quedarnos a conocer un "loco" que regentaba el restaurante "Águila Mora", deseando qeu nos ofreciera un techo donde dormir. La velada terminó bien surrealista. Empezó con un guiso de mara (liebre patagónica) y un vino, y terminó con guitarreo y canciones de otros tiempos. Alejo -el dueñodel restaurante- ha vivido del esquí, y a sus 55 se retiró a Pino Hachado, montando un pequeño restaurant entre bosqeus de araucarias y paredes basálticas. El invierno no da tregua en este paraje. Viento patagónico y nieve de cordillera. Sin cesar. En la cena estaban invitados también Lucas y los hijos de Hernán...

Lucas, porteño, acaba de venir a pasar el invierno con Hernán, otro "loco" que en 2001 se instaló con 2 cabañas y 30 huskies a probar suerte en el monte. Como es territorio de veraneada mapuche, igual tienen sus conflictos, pero todo parece andar sobre ruedas... o mejor, sobre trineos.

Y a la carretera otra vez. Dedo entre paisajes nevados...
Un amable camión nos levantó desde Pino Hachado hasta Las Lajas, pequeño pueblo que desconoce todavía el turismo internacional. Algunos pesos (argentinos) nos han permitido sacarnos un peso de encima: la necesidad vital de una ducha, un colcjón, de sacar el olor a humedad de la ropa y cocinar a nuestras anchas en una COCINA (pasta con frutos del mar, espinacas y cebolla...mmmm....). Y lo más importante: disfrutar de calma y silencio. Hacer vacaciones del frenético ritmo social de Temuko.

Mehuin y Mississipi

Temuko IV. Mapuches urbanos de Juan Currin

Temuko III. Juicio

En uno de los afiches mapuchistas qwue llegó a nuestras manos se pedía apoyo en el juicio en el que el ministerio fiscal acusaba a dos mapuches por la quema de un camión. Lo que pueda decir al respecto es a partir de dos días en el juicio (de los 6 ó 7 que duró).

Lo primero sorprendente era el exceso de control hasta llegar a la sala del juicio oral. 5 agentes en la verja exterior, 4 más en el arco de seguriodad de entrada al juzgado, 5 seguratas privados en el rellano de la sala y 7 policías militares dentro de la sala mismo.
(continuará)

Temuko II. Acción (forestal) directa

Roberto nos presentó a Andy y Jimy, dos hermanos mapuches. Salimos con ellos a "la constructora", un local en el qeu había un concierto de ska. Había ya olvidado lo que eran los pelotones de codazos y patadas al son de la guitarra, el bajo y la batería. Esa música y la cerveza pasada me transportanon a unos años atrás. Hasta tocaron una de kortatu...

Acordamos visitar su comunidad a la mañana siguiente. Los chicos aparecieron tarde y resacosos a buscarnos. Poco imaginábamos lo que nos deparaba el día. La comunidad estaba a casi una hora de camino en micro. En kilometros la distancia no es tanta, pero en tiempo de micro todo demora.

Parte del terreno que debería pertenecer a la comunidad formaba parte de una explotación forestal. Plantaban pinos para madera. Los pinos -como los eucaliptus- requieren mucha agua para crecer, secando los ríos y contaminando los cursos de agua cercanos.

En un primer momento nos contaron que trabajaban en la forestal. Qué perverso parecía todo. Una comunidad en lucha por las tierras, trabajando al servicio de quién se las arrebató.

El padre de los chicos era el lonko de la comunidad. Tuvimos la oportunidad de charlar con él. Estuvo unos años viviendo en Santiago, hasta que comprendió que su lugar era su tierra. Le llamó la raíz y volvió al lugar que le había visto crecer. La familia parceló las hectáreas que les restaban y empezaron a cultivar y cuidadr el ganado. Los chicos crecían y a pesar de que habían sido criados como urbanitas empezaron a aprender (d)el campo.

Costear la educación en CHile no es algo fácil, puesto que no se reconoce como derecho y parece más bien un artículo de lujo que una opción. ´¿Cuál era el trabajo de los chicos en la forestal? Lo que les permitía costear ese luijo que es la educación. Después de comer fueron a buscar su pareja de bueyes, a los que casaron con el yugo y guiaron hasta el bosque. Allí les esperaban algunos troncos talados ya a la medida correspondiente. Mientras cargaban los troncos al carro nos iban contando... La forestal sembraba, ellos cosechaban. En todo sentido. Mientras veían su bosque nativo muerto bajo el cultivo de pinos, y su futuro condenado al trabajo mal remunerado una duda asaltó sus cabecitas: ¿cuánto vale un pino? ¿qué vale un pino de los que la forestal ha plantado en mis tierras?. Ahí empezó todo. En lugar de tomar las tierras -como ocurre en otras comunidades- los chicos se apropiaban de sus frutos. Talar el pino, pasarlo por su propio aserradero y vender la madera preparado. En eso consiste su trabajo. De esta forma la forestal se convierte en recurso a partir de la reapropiación como acción directa.

Los chiquillos están estudiando ingeniería técnica de sonido. Les gusta la música yu tienen un grupo de rap. Vehiculan con eso la parte ideológica de su lucha. Fue también a partir de la música que dieron forma a sus ideas (así lo decía su camiseta de "reincidentes" y el sinfín de cds que tenían y/o conocían).

El lonko desde lo espiritual y la lucha institucional, los hijos desde lo tangible y la acción directa canalizaban un mismo malestar, dos frentes de acción bien diferentes (fruto del cambio generacional?).

Fragmento de canción de SubVerso-Newen Peñi

"Por que no comprenden que la tierra no se vende?

Que todo es de todos y nada nos pertenece?

Forestales transnacionales convirtiendo el suelo fértil en desierto

Plantando el pino, insigne asesino / Aterrorizan niños, desalojan a los míos de sus nidos

Y el gobierno protegiendo inversiones / Negociaciones por un lado, por el otro, represiones

Cómplice de destrucciones / Futuras generaciones pagarán porque a este paso nada dejarán"

"Quién es el cobarde? Quién es delincuente?

Quién es terrorista? Quién mata a la gente?

Quién es invasor? Y quién llegó primero?

Quiénes impusieron esas leyes que ellos dicen que mi pueblo está rompiendo?

Quienés son violentos? Ellos o nosotros?

Quiénes son los mentirosos?Quién les pidió su dinero y sus enfermedades?

Su gobierno y sus empresas forestales?"

Temuko I. Juana

Y... de vuelta a Chile... Recorriendo las calles de un Temuko invadido de publicidad, careteles y comercio a cada esquina y a cada acera. El modelo neoliberal implantado de una forma atroz... y no sólo en el centro de la ciudad... Nos trajo hasta acá la idea de visitar a Juana Calfunao, una mujer mapuche, presa política. El viaje cambió de rumbo. Lo que era una ruta andinista devino en un buceo por la realidad política de estas tierras y mares. Del monte a la ciudad, de la calma al movimiento (social), de la contemplación a la reflexión, de la imagen a la palabra. Llegamos a Teumko y aterrizamos en un hospedaje. Sólo con preguntar por la Juana el empleado ya nos tomó por periodistas. Salimos a pasear por un Temuko abarrotado de comercio ostentoso en el centro y la feria rural. Mundo de contrastes sólo con bajar del bus. Alrededor de la feria miles de tenderetes vendiendo (in)útiles made in china... hablando de China terminamos en un restaurante chino. De vuelta al hosepdae nos detuvimos a leer las paredes, justo ante una biblioteca y centro social. Dos chicos que entraban allí en aquel momento noctámbulo nos invitaron a pasar. Así conocimos a Pipe, con la cara atravesada de piercings y la cabeza por ideas libertarias. COn una incipiente mayoría de edad, encarnaba pensamientos anarquistas y articulaba con ellos el centro social. Con un interés desorbitante escuchaba a Jesus como si fuera su particular mesías. Hablamos sobre okupación, sobre la guerra civil española, sobre política... Al día siguiente nos instalamos en la okupa. MOvimiento constante. Ojeamos la biblioteca, que guardaba novelas y libros editados o en fotocopias... Pipe nos hizo de puente para llegar a Roberto... así llegamos a "Cicatriz". Es un pequeño y dinámico centro social, gestionado y habitado por Roberto, la Dani-gringa y el hijo de los dos, y la Dani-travesti. Curiosa unidad familiar. Con todo el amor, apodamos a "cicatriz" como el Robertáculo.
De incansable actividad, siempre hay gente, movida y jaleo entre el desorden, la serigrafía, el debate político, la costura o la organización de alguna actividad y defensa de una u otra causa.... todo tiene cabida. Eso pasa por delante incluso de ciertas necesidades qeu alguien consideraría vitales (comer, dormir...). Roberto nos ha hecho de guía para conocer el mapuchismo. Cansado de experiencias previas con otros gringos (=guiris) con aires de turistas revolucionarios, creo que nos apadrinó por la causa. Antes habían pasado por el Robertáculo un francés, qeu en una búsqueda existencial de sentido de la vida encontró en la causa mapuche el afecto qeu su patria (o su entorno) no le brindó. La tomó por bandera y empezó a grabar un documental. Tuvo la (mala) suerte de estar en el lugar adecuado en el momento adecuado para filamr una quema de tierras por parte de los pacos (policía), para posteriormente inculpar a los mapuhces. La persecución que siguió a todo eso terminó en la detención del francés y el allanamiento del Robertáculo en busca de las cintas escondidas. Otro caso fue el de los italianos, pendientes de una orden de expulsión por haber estado filmando... Acudieron a Roberto sólo cuando las cosas se pusieron feas... [Ambas historias nos hablaban de la represión fruto del miedo del estado chileno tiene de que se difunda lo qeu está ocurriendo...].
A lo que iba... Roberto nos ha brindado contactos con diferentes comunidades, en parte atraído porque andábamos sin cámara y en parte por las conversaciones que veníamos teniendo. En primer lugar visitamos a Juana y su hermana Luisa en la cárcel. Fue la primera vez que pisaba una (anecdóticamente casi no me dejan entrar porque es obligatorio entrar con sujetador). Juana y Luisa nos recibieron junto con el resto de visitas que tenían ese día, en un ambiente familiar y más parecido al que se podría imaginar de una escuela o residencia que de una cárcel. No había barreras de por medio, sino una mesa con comida preparada por ellas, como cada día de visitas. Juana encarnaba el discurso político, defendiendo con su presencia "lo" mapuche y la tierra, el desafío a la autoridad chilena y sus instituciones. Luisa hablaba desde la historia personal, humana, del trato recibido y del significado de las rejas cuando la vida y la familia continúa su cotidianidad fuera. Waikilaf, hijo de Juana, y previa autorización de la madre y lonko (dirigente mapuche) nos invitó a conocer su comunidad Juan Paillalef. Pasamos allí dos noches con la única compañía de los animales, puesto que la familia estaba repartida entre la ciudad y las rejas. La casa estaba a medio habitar, cansada de construirse sobre las cenizas de casas anteriores. El terreno era bucólico, pintado con pasto y bosque nativo, y atravesado por un río caudaloso. En los alrededores, cerros con plantaciones de eucalipto. El conflicto empezó en el momento en que la familia se opuso a que la empresa forestal usara el camino que pasaba por su comunidad. Lo relevante aquí no es la gota que colmó el vaso sino lo que podemos leer entre líneas, es decir, que en un mismo lugar chocan dos formas diferentes de entender la tierra, la propiedad y la riqueza. También la vida. Mapu significa gente, che significa tierra. Los mapuches son, literalmente (en su idioma), la gente de la tierra. Dentro de su cosmovisión no se contempla la propiedad privada, y se entiende la tierra como algo sagrado, a la vez fuente de vida y subsistencia. Su tierra es la tierra de sus ancestros, y a la vez su sustento. Su forma de vida. Después de llevar unnos días por acá igual he cambido el punto de vista al respecto, pero escribo como lo veía en aquel momento... Por otro lado está la forestal. La empresa que posee el territorio colindante a la comunidad, que los mapuches consideran suyo y los papeles otorgan a la forestal. Voz contra tinta. Tradición vs. modernidad (post-/sub-/hiper-modernidad??). Vida vs. capital. Para la empresa forestal la tierra (de su propiedad según indica el papel) es un recurso y a la vez una fuente de negocio. Es algo explotable para obtener un beneficio, una riqueza.
Plantaciones de eucalipto... El eucalipto es un árbol de crecimiento rápido y con alto contenido en celulosa. un árbol útil, rentable. Para la empresa. Que lo cultivará, lo talará y lo procesará o lo venderá para hacer papel. El eucalipto es también un árbol que precisa mucha agua y muchos nutrientes para poder crecer con tal rapidez. Así, desertza la tierra donde crece y seca los ríos que la riegan. La explotación forestal intensiva provoca los llamados desiertos verdes.
Si lo vemos en un sentido más amplio, finalmente se trata de que una empresa pueda beneficiarse a costa de echar a una gente de un terrritorio mediante un título de propiedad y la explotación de los recursos naturales con el consiguiente despojo de la tierra en sí. Si miramos todavía más allá nos damos cuenta que las forestales suelen ser multinaiconales que han seleccionado una tierra rica para expoliarle la riqueza y lleva´rsela a otro país en formato de celulosa... (continuará)

lunes, 26 de mayo de 2008

Volcán Lanín

Queda atrás Junín. Su plaza San Martín y su cuadrícula, copy-paste de cuantas ciudades argentinas han crecido de la razón y con los mismos nombres todas: San Martín, Belgrano, O'Higgins y algunas toponimias más: Patagonia, Lolog.... La ciudad de las trucahs, donde compartimos el albergue de Marita y Aldo con dos "iluminetis" del calendario maya....

Finalmente nos decidimos a subir al Lanín. Maravilla invariable, caluroso de día y congelado de noche.

Cuentan los mapuches que en el volcán Lanín hay una ciudad escondida, y que el que logra alcanzarla no vuelve durante años. También cuentan que el volcán se enfada cuando los gringos intentar alcanzar su cumbre, y los castiga con temporales de nieve y viento. Leímos este cuento en el refugio CAJA (Club Andino Junín de Los Andes), a casi 3000 metros de altura, despúes de un ascenso rápido, tranquilo y con un día estupléndido... El Lanín nos regaló una puesta de sol maravillosa y una noche estrellada. La cenita de rigor, a la luz de las velas y los frontales, con los mates de nieve derretida, la ensalada y la pasta con sofrito de verduras... Sólo faltaba Pepe (que está ya en Buenos Aires)... y el dulce de leche ("me estoy quitando..."). A la mañana siguiente queríamos llegar a la cumbre de este cono perfecto que es el Lanín, coronado por glaciares blanquiazules. La nieve invadía el refugio cuando llegamos. Logramos sacarla, dejando "sólo" una fina capa de hielo en el interior y un viento huracanado fuera. No cesó en toda la noche. No dormí. Frío. El único calor, el humano. Al abrir la puerta por la mañana vimos y sentimos el temporal blanco de viento y nieve. El Lanín estaba enfadado con los gringos -que éramos Jesús y yo- y había decidido no dejarnos subir, protegiendo así la ciudad escondida, tal como cuenta la leyenda de los mapuches... Hay otra teoría alternativa, y es que ésta vez Pepe no estaba, y sin él el Trentren (el dios de los volcanes) prefería no dejarnos pasar. Si no, cómo explicaríamos que fuera posible el ascenso al Monte Tronador y no al Lanín??

Fuera como fuese, estaba claro que teníamos que bajar, sin falta. El Lanín no pretendía ponernos las cosas fáciles. Apenas podíamos divisar el paisaje entre la niebla, intuyéndolo de roca y nieve heladas. Las ráfagas de viento parecían querernos tirar al suelo. Con paciencia y las raquetas, "poc a poc i bona lletra", llegamos hasta el refugio militar, un poco más abajo, y de ahí empezamos lo que sería un descenso "normal".

jueves, 15 de mayo de 2008

Junín de los Andes

Siento la acción transformadora de este viaje, que me va dejando absorta en el paisaje agreste durante un trayecto en autobús, estupefacta ante una conversación con un paisano en el bar Tandil (o un bar manolo), o sorprendida en la sobremesa del albergue en un mano a mano con Jesús. Lejos estoy de la urbanita apresurada que llegó a Argentina casi tres meses atrás. Llueve. Pues qeu llueva. No tengo prisa. Espero.
Junín se presenta en la Lonely como un destino poco turístico. El intercambio con los lugareños es loq eu le da sentido a mi estar aquí. Poco importan ya los paisajes, o las truchas que potencialmente se pordían pescar en el Aluminé o el Chimehuin.
Un artesano nos cuenta que los mapuches laburan la madera y él la comercializa a cabmio de no pagar el alquiler del local de la feria artesanal (a la municipalidad). 700 socios mapuches hacen artesanía en la que imprimen sus nombres y el precio del trabajo. Todo lo que se paga va para quien elabora la artesanía.
Otro artesano nos introduce a la simbología mapuche y a su izquierdosa visión de la política local y global.
Un paisano nos descubre sus 69 años de vida, con 4 mujeres, 15 hijos, 2 caballos, 8 ovejas y 14 vacas. Nos invita a un asado para mañana.
Es un lujo estar aquí. No por lo medible en dinero, ni siquiera en tiempo. Es aprendizaje constante, en estado puro (si eso existe). Bona nit...

miércoles, 7 de mayo de 2008

Nahuel Huapi, a salto de mate

A salto de mata es un modus vivendi, o modus viajandi... A salto de mate es la misma filosofía, pero aplicada a las tierras argentinas, en las que el mate se convierte en compañero indispensable de lo cotidiano. Así viajan Pepe y Jesús. Así creía que viajaba yo hasta que les conosí. Los días transcurren tranquilos . Sin prisa pero sin pausa, sin guía pero sin tregua. intersección de inquietudes qeu se van materializando en conversaciones, excursiones, libros o trepadas.

Llegamos a Bariloche y aterrizamos en el albergue (La bolsa del deporte), el qeu sería nuestro campamento base. Visitamos Colonia Suiza, una visita de oficio (Pepe y Jesús se dediccan a la madera --> vimos obras de arte arquitectónicas y conversamos unos mates con un carpintero hijo de los colonos suizos, en su aserradero, en compañía de su guanaco Quico). De ahí esquivamos el telesilla que sube a cerro campanario, degustamos los pasteles de la confitería de la cima y devistamos una hermosa puesta de sol sobre el Lago Nahuel Huapi.




El parte climático nos animó a subir el Monte Tronador. No dio tiempo de alquilar material para todos, así que llegué en la ascensión hasta donde pude. Subimos de noche al refugio Otto Meiling, que se convirtió en una mansión para los tres (no subión nadie más). Comida, material, leña, mate, lecturas.. Paisaje volcáncio cubierto de glaciares. Amanecimos con el sol y empezamos a caminar por los blanquiazules de hielos y nieves. No recuerdo haber estado nunca en un paisaje similar, con las grietas rodeándonos y el "Trona" (Monte Tronador) imponente, el sol... qué luz!! Una se siente nada ante tanta inmmendisad. O Dios, ante tal espectáculo. jesús dice qeue el blanco nos atrae fatalmente, por eso la gente se "vicia" a los paisajes glaciares. Quizás fue eso lo que pasó. Yo estaba maravillada. Subí hasta donde pude sin crampones, luego baje´y dissfruté del un reencentro con Castoriadis ante un mirador al glaciar. Los vaivenes de la luz o el planear de los cóndores me "desconcentraban" de la lectura. Pepe y Jesús hicieron cumbre, ante mi sana envidia. Lo celebramos con vino argentino y jamón ibérico, un fueguito y unos mates de agua de nieve en el sofá (sofá!!) del refugio.
El descenso a Pampa Linda fue también de unahermosura difícilmente descriptible. De glaciares a abruptos paisajes de formación volcánica, bosqeus de nothofagus (lengas, coihues...) y sus verdes barbas, a selvas de bambú por senderos o barrancos impracticables.
Celebramos otra noche más en el "camping agreste" (camping libre) de Pampa Linda, con asado incluido!! "Qué mal nos lo montamos"- no parábamos de comentar... Plantamos la carpa pero hicimos vivac, bajo un cielo espléndido, bajo el cobijo de la cruz del sur y la luna creciente...

Días de descanso en Bariloche antecedieron la siguente excursión... Recopilar materia y rumbo a Frey! La amenaza de lluivia no nos dertieno. Tengo nuevos pies de gato y el camino de Cerro Catedral hasta el regufio de Frey se presenta fantasmagórico. Por la luz intensa de nubes, por el bosque anteriormente quemado y recubierto con las nuevas cenizas, las del volcán. Por el bosqeu de coihues llegamos a "Piedrita", un refugio incrustado en la roca, y continuamos hasta el refugio y lago y aguja de Frey (aquí les encanta mponer el mismo nombre a todo: lagos, agujas, montes, refugios, ríos, calles, pueblos..). Lindo paisaje, con el lago reflejando las agujas del cerro y el viento esculpiendo las piedras. Reconciliación con la escalada clásica. Me enfado con mi cuerpo y mi técnica, ambos adormecidos. me alegro de subir. Me motivo para continuar. Llegamos a la cima por la vía Cifuentes-Weber. Hermosa. QUé vista!!

En Bariloche nos deparaban más días de lluiva oñal. OLa bosla devino un refugio literario entre las "Metáforas que nos piensan", los imaginarios sociales, los cuentos e historias patag´nonicos y el cine local (Alabanza a la Papa, Cuestiones límitrofes entre Chile y Argentina...). Desafiamos la lluvia rumbo al Valle Encantado. Se llama así por las formaciones rocosas, y realmente el lugar merece su nombre. La lluvia nos encarceló en una cueva maravillosa, en una cueva cinco estrellas donde no nos faltaba el fuego diario, ni la comida bien ordenadita en la despensa colgante, ni las largas horas de lectura literaria o patagónica. Allí nos contábamos cuentos mapuches antes de ir a dormir, familiarizándonos con el ideario y vocabulario de esta "gente de la tierra" (mapu= tierra, che= gente) [Cuentan los mapuches]. Allí aprendimos sobre los propietarios de la Patagonia y sus trapos sucios y supuestas filantropías [La Patagonia vendida] y sobre las historias ingenuas que cuenta el abuelo a Clarita, hablándole sobre el monstruo del lago ness patagónico (el nahuelito), las aventuras de los primeros pobladores y las relaciones que estos tuvieron con los colonizadores que fueron llegando en contagotas [Clarita del Sur] Allí recuperé a Kundera [La immortalidad] y... en fin, largas horas de lectura desde el saco, con la lluvia de fondo y a la orilla del fuego. NOs dio el tiempo (meteorológico) para hacer alguna excursión fuera de la cueva, pero lo de escalar... va a ser en otra ocasión.
No fue hasta la vuelta a Bariloche, en una visita a la bilbioteca del centro, que descubrimos que habíamos estado habitando la Ciudad de los Césares, el paraiso que numerososo extranjeros del siglo XVI y XVII andaban buscando...







"Y cuando algun viandante deprevenido se detenga en el valle encantado y sugestionado por el hechizo pregunte por la ciudad de los Cësares le bastará llevasr la mirada a la cumbre de la montaña guardada pr las cumbres graníticas empotradas en la falda antes de alcanzar el azul del legendario río habrá encontrado seguramente la respuesta. "


domingo, 27 de abril de 2008

el Piltri... i la neu

El "Piltri" és el pseudònim del "Piltriquitrón", la muntanya que d'aixeca imponent a sobre de El Bolsón. És des d'on surt el sol cada matí, i la que s'il.lumina de tons vermellosos a la posta de sol. Des del CIDEP eés la vista constant. La Pascale tenia ganes d'anar-hi, el Jon ja es despedia via a Bariloche- Puerto Montt, i la Daniela (voluntària xilena campechana i amb somriure sempre preparat) volia anar a la fira a vendre unes artesanies de llana. Finalment vam posar-nos d'acord per passar el cap de setmana al Piltri. És una bona excursioneta. Retrobada amb els "ñires" i les "lengas" (els arbres que també poblaven El Chaltén), ia mb els desnivells. El refugi, amable des d'abans d'arribar-hi, ens va acollir calentó. Passada la cota dels 1800 (més amunt del refugi) vam començar a caminar dins el núvol i amb la neu incipient clavant-nos punxades de fred. Per a mi va ser suficient per a fer marxa enrere; crec qeu ja he fet prou excursions sense vista en aquest viatge... Sàbia decisió perquè el temps no va fer més que empitjorar. Amb la Daniela vam començar a baixar, i a distreure'ns amb les vistes que planejaven per sota el núvol. Al refugi, ambient de refugi. Cartes (partides al Kem i al Capitalista), un grup de famílies joves amb nens petits que em despertaven l'instint maternal, infus calentones i un sopar fantàstic. Vi per despedir en Jon. Ressopó axocolatat... Escalfor d'estufa de llenya (per variar) i nit de sac. El matí ens ha despertat blanc, perquè la neu no havia parat de caure en tota la nit. Hem descobert el Bosque Tallado, un racó de bosc qeu es va cremar i que per renovar-ne les energies, varis artistes es van dedicar a esculpir-ne la fusta. Un bosc d'escultures de diferents estils ha fet reviure el paisatge.

fer-ne 27 fora de casa...

Ieps, no cada dia se'n fan 27! i no cada dia es compleixen fora de casa... Un Sant Jordi sense llibres ni roses és estrany, però és més difícil sumar un any més sense els meus a prop. Us he trobat molt a faltaaaaaarrr!!! Però alhora us he sentit molt a prop, gràcies a els internets i els skypes!!
Em vaig llevar més o menys amb el sol, que surt tard perquè estem a la tardor, i amb l'olor d'avena torrada de cada matí. Això volia dir qeu algun motivat s'havia llevat abans per a comenrçar a fer l'esmorzar. Avenes, llavors (sèsam, lli, girasol), panses, fruita talladeta en trossos petits... carinyo matutí fet esmorzar. També algun suc recén fet, torradetes al foc i melmelada casolana. Com cada dia, de fet! Tot un luxe, el típic esmorzar del CIDEP! Amb raó estic menjant tant i amb tantes ganes!
Al matí vaig estar acabant l'hivernacle d'ampolles de plàstic, fent un teixit de plàstic i filferro perquè quedés tot ben compactat. Al migdia vam utilitzar la cuina solar i vam dinar a fora, al solet, per primer cop des que estic aquí. Feia un sol estup`lèndid!! Vam brindar amb vi per celebrar la ocasió...
Per la tarda vam estar recollint pedres per fer un sostre viu (sostre amb panes d'herba) per al futur alberg dels voluntaris i... el més peculiar, em vaig posar a preparar el sopar de la tarda... CASTANYES I PANELLETS!! Com que no hi havia ametlles vaig utilitzar cacahuets crus, i com qeu no hi havia moniatos vaig utilitzar patates. Els pinyons no els vaig poder substituir per res... Aquí no n'hi ha. Ni res que s'hi assembli. Vam sopar castanyada! En ple mes d'Abril! Un aniversari ben especial, fent del canvi d'hemisferi una oportunitat de celebrar-lo d'una forma diferent!

martes, 15 de abril de 2008

El Bolsón... i el CIDEP

i¿Cómo le explicaríais a Andrea lo que es el CIDEp?- preguntó Paulina durante la cena. yo acababa de llegar a la chacra (finca en argentino), con una puesta de sol impresionante. La cena fue un cúmulo de imaginación y "bons aliments". Cada cual dio su respuesta. Estábamos Paulina y Camila (del CIDEP) y algunos volutnarios: Charlène y Sophie (dos viajantes francesas, múscias y amantes de la vida y la sonrisa), Rémi (artesano francés que anda viajando américa latina con lo que gana con el macramé), Pascale (maestra francesa en excedencia para recorrer el continente latino), Jon (norteamericano naturófilo y cocinero creativo donde los haya). CIDEP significa Centro de Investigación, Desarrollo y Enseñanza en Permacultura (http://www.cidep.bolsonweb.com/). Antes de llegar pensaba que permacultura hacía referencia a algún tipo de agricultura ecológica (orgánica, como dicen aquí). Pero la agricultura sería sólo una parte en la permacultura. Ésta vendría a ser una forma de vida sustentable en el sentido más amplio del término. Abarca la agricultura ecológica, pero tamíén la construcción natural (con adobe y materiales reutilizados: ) cualquier cosa qeu tenga que ver con el hacernos cargo de que nuestro paso por el planeta se "note" lo menos posible (baño seco, tratamiento de aguas grises... etc). El CIDEp son un grupo de personas (entre 5 y 10) que an optado por la permacultura como filosofía de vida, y que están tirando adelante esta idea en dos hectáreas de terreno en el Bolsón (en la Patagonia Argenitna). Hay varias una huerta grande, un invernadero, y diferentes construcciones varias. La mayor tiene la cocina, el SUM (sala de usos múltiples) y el dormitorio de los volutnarios. El resto son casitas para personas, herramientas, o los baños secos, las duchas... Todo construido con barro y paja. Lindísimo!
Cuando el tiempo lo permite (este otoño viene con lluvias) trabajamos en el que será el albergue para volutnarios. Las paredes ya están levantadas, y el techo esbozado. Preparamos "mezcla" (arena, arcilla y paja) para el revoque de las paredes, o bien la madera y las "panas" de hierba para el techo vivo. También hemos estado trabajando en un invernadero en miniatura, reutilizando botellas de plástico.

La gente del CIDEP trabaja en la chacra y con los voluntarios, aunque no suelen vivir allí siempre -porque algunos días a la semana bajan al pueblo a ganarse la vida-. Erika y Dani venden comida ecológica, Paulina y Camila hacen bioconstrucción, Alejandro es profesor de física, etc. Como dice Erika, el CIDEP es uana idea que "nutre", tan necesaria como el dinero qeu se gana pero en otro plano (no económico). Creo que el sentido de todo esto es qeu es una idea, un proyecto para dar a conocer una forma de vida (típicamente utópica) a partir de la práctica y de la experiencia.

El día a día se parece mucho al de los campamentos, sobretodo a los primeros días, que dedicábamos a hacer las "instalaciones".

Todo lo que hay en el CIDEP es "casero". Alguien lo ha hecho con sus manos, con arcilla, con madera o con lechugas del huerto, todo "cosechado" en el mismo terreno. Alguien lo ha diseñado y realizado. Los voluntarios qeu pasaron antes que nosotros pusieron sus manos para levantar lo qeu hay hasta ahora, el lugar donde dormimos o cocinamos. Todo lo que hacemos nosotros nos sirve para aprender y para que lo disfruten los que vayan a venir después.

Lo más importante del CIDEP es quizás la comida. Comemos mucho y muy bien. Es imposible parar de comer porque de la cocina salen torbellinos de cocina creativa e imaginativa, platos multicolores de gustos conocidos, o inéditos, o sorprendentes... todo depende. Es fruto de la creación colectiva, y también de algun cocinero más destacado (Jon, el americano, aunque suene extraño).

Desde el CIDEP como plataforma viví experiencias que me parecen hermosas en sí mismas. Como la fiesta del sábado, después de la feria de artesanía del Bolsón, donde nos juntamos unos cuantos y terminamos con improvisaciones musicales a altas horas de la noche, o las colaboraciones en la escuela rural de Mallín Ahogado (el barrio donde está el CIDEP), en la que tres madres consideran que los alumnos deben aprender que la tierra y la perseverancia pueden dar frutos de los que nutrirse (a muchos niveles). Así un día hicieron un llamado por la radio para que quien quisiera participar en la construcción de un invernadero para los chicos acudiera a la escuela el viernes por la mañana, para una jornada de trabajo colectiva. Y allí fuimos. Y nos jutnamos casi 20 personas. Allí me enteré que en la escuela dedicaban una hora a la semana a la asignatura de "huerta", para la cual tienen un profesor específico. El apoyo de las madres sirve para que la asignatura pueda desarrollarse con más frutos (nunca mejor dicho).

También estuve en la grabación de las canciones de Sophie (acordeón, voz) y Charlène (saxo, voz) en un pequeño estudio de un grupo de música experimetnal de El Bolsón.

Una charla sobre alimetnación y salud me hizo pensar que la comida ´no es sólo una forma de subsistencia, sino que la nutrición tiene qeu ver con lo que nos gusta Y con lo que debemos comer para estar sanos.

El lunes pasado fue el 13º cumpleaños de Manu, el hijo de Dani, y celebramos también la despedida de Charlene y Sophie. Hubo música y bailes tradicionales, con la colaboración de Marcelo, un especialista de musica occitana (curioso encontrarle aquí). La canción estrella fue con Charlène y SOphie, la "esperança aranesa" en un duo de saxo y acordeón. Me acordé de Toulouse... (por la canción) y de POrtugal (por el acordeón).

Anteayer nos dieron una charla sobre agricultura biodinámica, que tiene en cuenta los ciclos del sol y la luna y las estrellas a la hora de realizar cualquier actividad en la huerta, o incluso en la vida. Suena casi esotérico, pero metiéndose un poco en la parte explicable de eso de repente empieza a tener sentido lo que se decía de que si te cortas el pelo en luna nueva crece más rápido y si lo haces en luna llena fortalece las raíces (o era al revés...)

Estar aquí me ha permitido empezar a pensar en que una forma de vida diferente no es sólo una idea utópica sino que es posible. Que el sueño que teníamos en un terreno ficticio y unas casitas de madera prefabricadas podría ser real si pensáramos en casas de barro... (http://youtube.com/watch?v=AKGR6Oyw5wc), que comer más sano y más variado está en nuestras manos y... ufff.. cómo sintetizarlo todo en pocas palabras??

Puyehue, o en búsqueda de la actividad geotérmica

12, 13 y 14 de Abril de 2008

Llego a Bariloche a las 8'20 de la mañana y a las 9h salía el bus que me dejaría en las faldas del volcán Puyehue. 40 minutos a contrareloj para prepararlo todo. Adivinen qué ocurrió... venía huyendo de las nubbes, aguas y nieves de El Chaltén, y los reencontré aquí!! La nieve cerró el puerto de montaña y llegué casi 7 horas más tarde de lo previsto.
El guardaparques me anunció que estaría sola en el refugio, que no había nadie pro la zona. Unos días de soledad... me pareció buena idea. Hasta el momento no he pasado ni un solo día de yo-me-mí-conmigo. Bien, 3 km más tarde me estqaba registrando otra vez en el Restaurante que es dueño del territorio colindante al volcán (es una historia larga y peliaguda, pero cierta). El Chef y semiguardaparque, Michael, estaba hablando con Gil e Idan, dos israelitas, y entre los tres me desaconsejaron subir porque ya se acercaba la noche. Terminamos cenando los 4 en la cocina del restaruatne y los tres mochileros dormimos cada uno en su tienda, en un porche que había ceca. Y qué frío!!! Al toque impositivo de Gil, nos levantamos a las 7h. El tiempo acompañaba a medias, y la escarhca y la nevada del día anterior habían dejado el bosque y la montaña de un blanco inmaculado. Pasito a paso, por el pasto, el bosque de laureles y lengas,
Era la primera vez que Gil e Idan veían tanta nieve y andaban por ella, y esetaban como dos niños pequeños. Bueno, Gil es como un niño pequeño en el peor de los sentidos: reclamando atención a cada rato, egocéntrico e inoportuno. Vaya, una joya!Finalmente llegamos al refugio. Por la nieve ya vimos que los baños termales, barros hirvientes y gueiseres serían misión imposible, así que nos quedaba probar de subir al volcán. Xino xano ibamos subiendo mientras el sol bajaba. A poca distancia del cráter vimos qeu no llegaríamos así que tuvimos que volver hacia el refugio con las ultimas luces del sol y las primeras de la luna. Habíamos andado con las nubes pisándonos los talones. No llegamos al cráter, pero desde arriba pudimos ver al Volcán Osorno (en el que estuve con Claudia) y el Monte Tronador.
Los israelitas hacen tres años de servicio militar (los chicos) o dos años (las chicas). Después de eso reciben algo de dinero y suelen ir a viajar antes de empezar su vida como estudiantes o bien como trabajadores. En la Patagonia hay más turistas de Israel que de cualquier otro país del mundo. Yo nunca había conocido a nadie de Israel. La experiencia con Gil no fue demasiado buena, pero no fue así con Idan. Me es difícil ordenar las ideas intentar transmitir lo que iba pensando al convivir y hablar con Idan. Me parecía una persona especialmente atenta y solidaria con los demás, qeu lejos de preocuparse de sí mismo y de sus necesidades, tenía en cuenta al resto en muchos aspectos. Lo chocante es escuchar que todas estas cosas buenas son las que el ejército le había enseñado (!!??). Para mí todo esto era una fuente de contradicciones. Después de los 3 años de servicio militar, le ascendieron y se quedó un año más como si de cualquier otro trabajo se tratara, por aceptar más responbilidades y transmitir lo qeu había aprendido hasta entonces. Por una parte, como cada vez que he estadocerca de un soldado, algo me echaba para atrás. Por otra, me parecía alguien agradable con quien compartir una excursión. Bien, conversamos bastante y me contó qeu había hecho cosas que no le gustaría que sus hijos hicieran, igual que sus padres no querrían que él hiciera lo que había hecho en el ejército.
Cuanto me gustaría saber más de historia y estar más al día para poder entender mejor la charla que tuvimos esta ma´ñana. Supongo uqe la única conclusión posible es que, como en BOsnia, o como en todas las guerras, la multiplicidad de los factores y el dolor hacen que la situación sea muy compleja. Quizás no haya buenos ni malos, solo enfrentamiento (malo por definición(¿?). El discruso de cada bando termina siendo el de la supervivencia primero y el de la seguridad en segudno lugar. La voluntad de paz parece igual en todas partes, pero no así lo qeu hay que hacer para llegar a ella.
Finalmente volví a Bariloche en autoestop. Bien, antes de empezar a hacer autoestop hable´con una pareja argentina que estaban en el restaurante "centro de trekking" y dijeron que me llevarían hasta Bariloche cuando terminaran de comer. Ellos volvían de un viaje por la costa chilena. Rozaban sus bodas de oro (y seguramente la setentena de años), pero mantenían intacto su espíritu viajero. Escuchando entrañables batallitas, disfrutaba del paisaje de la región de los lagos que las nubes habían escondido en el trayecto anterior. Al llegar a Bariloche no querían soltarme sin que hubiese visto algo un poco ddel pueblo. Así qeu me dieron un tour turístico por el centro (donde sacié mis ansias de chocolate) y alrededores (desde donde vimos una espectacuilar puesta de sol sobre el lago Nahuel Huapi). Tienen unas cabañas en San Luis. Quén sabe, igual nos reencontramos.

La legendaria Ruta 40

10, 11 y 12 de Abril de 2008


La Ruta 40 es legendaria porque atraviesa Argentina de Norte a Sur (o viceversa). El tramo que recorrí (El Chaltén- Bariloche) son 30 horas de bus. 30 horas de cielos patagónicos, esptepa amarilla, avestruces, corderos y huemules, con la cordillera (los Andres) de telón de fondo. Con tantas horas de bus se me hicnchaban los pies y no me cabían en las botaws!!

Una parte de trayecto es de ripio (osease, pista sin asfaltar) y le da un encanto particular al paisaje, y un leve traqueteo al bus. De hecho, estoy repitiendo por tierra el trayecto que un mes atrás hice por los canales patagónicos, pero esta vez al otro lado de los hielos continentales.

Las terminales (estaciones d bus) o los medios de transporte son puntos de intersección entre trayectos de los diferentes viajeros. En ellos nos agregamos formando una pequeña unidad de intercambio, y nos disgregamos. Así conocí a Berant y Roger (dos hermanos de Sant Cugat, el segundo, dueño de los bares Sant Sam y Dr. Lagarto!), a Joe (argentio uqe vive y trabaja en las costas catalanas y baleares) y a una pareja europeo-argentina que estaban a punto de instalarse en Barcelona. Fuimos bajando del bus unos en Esquel, otros en El Bolsón y finalmente yo en Bariloche...